Nos subimos al SUV más lujoso de la marca de la estrella con silueta coupé. Elegimos a Córdoba para deambular arriba de esta bestia de 333 CV.

Mientras que la firma de la estrella prepara el terreno para incursionar en el terreno de las pick ups a partir del 2019, su
portfolio de los SUVs – de los cuales la venidera Clase X toma mucha soluciones-,
sigue actualizándose. Uno de los últimos en hacerlo fue el
GLE 400, una suerte de utilitario con
personalidad de un deportivo. Motriz lo puso a prueba por los zigzagueantes caminos de las sierras cordobesas y te cuenta la experiencia a continuación.
Cuando
BMW lanzó el X6, un vehículo 4×4 de 5 puertas, con soluciones no solo estéticas, sino también con el temperamento propio de un deportivo, más específicamente de un
coupé, las críticas no le tardaron en caer. Se hablaba de un “ingerto” a mitad de camino entre en SUV y un deportivo, pero que no llegaba a ser ni uno ni otro.

Sin embargo, el tiempo dejaría en evidencia que había una porción de clientes de la marca, a los cuales si
les cerraba este concepto. Hoy, lejos de dejar de ofrecerlo, la marca ya va por su segunda generación con un muy buen volumen de venta.
El rival de todos los tiempos de BMW,
Mercedes Benz, no pudo con su genio de rivalizar con su par alemán y
salió al cruce con el mismo concepto, al cual bautizó GLE 400. Hablamos de un
SUV/Coupé, de enormes proporciones (Largo: 4.891mm/Ancho: 2.003mm/Alto:1.791mm/ Distancia entre ejes: 2.915mm) que apunta a los utilitarios deportivos del
Segmento D.

¿Qué es lo que caracteriza al GLE? Pues la
abrupta caída de su techo. Después, si uno la ve venir de frente es idéntica a todos los Mercedes, salvo por la presencia de listones cromados en la parrilla, unas boluptuosas tomas de aire, que son el signo de que de esta “mecha”, fue intervenida por la división deportiva AMG.

De costado, además de las líneas suaves que se conjugan con detalles cromados en las terminaciones de las puertas, hay otro aspecto para destacar, que son las
“bestiales” llantas de 22 pulgadas.

En cuanto al interior, cuando uno se sube a un modelo de esta índole, espera encontrarse con lo mejor y así sucedió en este caso.
Encontramos muchas reminiscencias con otros modelos de la marca, como su tablero de aguja clásico, con el gran display a color en el medio con infinidad de funciones y la típica pantalla tipo tablet, que sobre sale de la consola central.
¿El detalle? Terminaciones en
fibra de carbono en la consola, propias de un deportivo.
Nos intrigaba
la posición de manejo con la que nos íbamos a encontrar. ¿Deportiva o elevada como la mayoría de los SUVs? Se emparenta más como deportiva, por la sujeción de la butaca, el tacto del volante de cuero con levas a volante y con el techo bien cerca de la cabeza.
Los casi 3 metros de distancia entre ejes, se notan desde las plazas traseras, donde además de muy buen espacio para las rodillas,
cuenta con 2 pantallas empotradas en los cabezales de las butacas delanteras. Grata sorpresa nos llevamos al querer cargar cosas en su baúl, el cual además de tener una boca enorme, cuenta con unos impresionantes
650 litros de capacidad de carga.

Debajo de su capot cargado de nervios, se oculta un
3.0 V6 naftero bi turbo que le permiten obtener
333 CV. Es muy difícil entender cómo una bestia de tal peso y magnitud, puede en un poco más de
6 segundos alcanzar los 100 km/h.
Se acopla con una caja automática de 9 marchas con levas al volante de funcionamiento muy similar a un deportivo. Su
tracción es integral inteligente y dispone además de
cinco modos de manejo diferentes, que se pueden seleccionar por medio de una perilla en la consola central (Invierno, Confort, Sport y Sport Plus e individual).

Cada modo, va modificando la dureza de la dirección, de las
suspensiones (se regula automáticamente), además de la entrega del motor.
Cómo va?
Tuvimos la posibilidad de probar otros modelos con diferentes
modos de conducción, pero no recordamos haber experimentado uno como este GLE, donde
los cambios de temperamento son notables: uno pueda pasar de un comportamiento como si estuviese manejando una berlina de lujo, y al activar su
modo Sport, inmediatamente pueda uno “torear” a deportivos mucho más pequeños y livianos.

Tiene
tracción 4×4, pero no está concebido para el off road, solo para incursionar por caminos de tierra y ripio. En la diaria, su tamaño tan voluminoso, es un poco engorroso para meterse en calles angostas (nos daba terror hacerle algún toquecito).
El potencial
usuario del GLE, seguramente no escatimará en nafta, pero hay que decir que su consumo en ciudad ronda los
16 litros cada 100 kilómetros: muy elevado.

En ruta, siempre que tengamos el pie derecho liviano, su consumo es más aceptable:
12 litros cada 100 km. A muchos les puede gustar o no el estilo particular de este SUV/Coupé. Lo que si no hay dudas, es que se trata del
Mercedes más llamativo de la actualidad y que pese a ser una opción solo para unos pocos, siempre da gusto ver uno de estas bestias circular por la calle.
Ficha Técnica
- Modelo: Mercedes Benz GLE 400 Coupé 4 Matic
- Fabricado en: Alemania
- Motores: naftero V6 de 3.0 litros, bi turbo, de 333 CV
- Cajas: Automática de 9 con levas la volante
- Transmisión: Integral 4 Matic con 5 modos de tracción
- Proporciones: Largo: 4.891mm/Ancho: 2.003mm/Alto:1.791mm
- Distancia entre ejes: 2.915mm
- Capacidad de baúl: 650 litros
- Garantía 3 años o 100 mil kilómetros
- Precio: u$s 150.000