Autos híbridos: Así anda el Hyundai Ioniq 

Manejamos por varios días el nuevo modelo de la marca coreana. Una muy buena combinación entre consumo bajo y gran comportamiento dinámico.


Decir “auto híbrido” hace tan solo tres años atrás en Argentina, era lo mismo que mencionar “Toyota Prius”. Si bien en la actualidad, sigue siendo el gran referente de autos que combinan un motor naftero con baterías, en este último tiempo desembarcaron varios modelos (Toyota Rav4, Ford Mondeo Hybrid, Toyota Corolla Hybrid), entre ellos el Hyundai Ioniq.

Lo interesante del caso es que el Ioniq, modelo que se comercializa desde el 2016 en otros mercados y que llegó durante el 2019 a la Argentina, es rival directo del Prius. Ambos, pertenecen al mismo segmento (sedán, pero con un particular remate en descenso que se conoce como “fastback”) y además de coincidir en el tipo de motorización (combinan un naftero del ciclo Atkinson con baterías de Ion de Litio), la diferencia de precios entre ambos, es de apenas 500 dólares.

Un híbrido discreto

Las comparaciones son odiosas pero, hablar del Ioniq, lleva casi indefectiblemente a mencionar al Prius. Por ejemplo, el diseño en general del híbrido de Hyundai, pese a que la carrocería es muy similar al híbrido de Toyota; es mucho menos estrambótico que el ejemplar híbrido de Toyota. Si bien, durante el tiempo que fuimos “dueños” del Ioniq, levantó varias miradas en el camino, no se acerca al bullicio que generamos a bordo del Prius, claró está, apenas este llegó al país.



Personalmente, el frontal del Ioniq nos agradó mucho, con su parrilla “tridimensional”, pero por sobre todo nos gustaron mucho sus ópticas leds, bien afiladas y realmente eficientes durante la noche. Las llantas de 17” del Ioniq son de aluminio de 5 gruesos rayos, que son realmente llamativas.

Parecen inclusivo las viejas tapas de plástico, pero son de aluminio. Esta solución, es más funcional que estética, porque evita tener cubierta la mayor superficie posible, para mejorar la aerodinámica del auto en general.



El sector trasero se caracteriza por una pronunciada caída que, de nuevo, busca la mejor aerodinámica posible. Tiene una gran luneta vidriada que está dividida. En la práctica, cuando se maneja, resulta molesto la visual hacia atrás. El plus o el aspecto positivo, lo recibe su baúl. Puesto que dicha luneta es en definitiva la tapa del baúl, y cuando esta se abre, el acceso al baúl es enorme. A priori a ello, la capacidad del baúl es enorme: 563 litros.

De calidad y austero

La fórmula de Hyundai de no re cargar con demasiados artilugios la estética de su modelo híbrido, se repite adentro. La calidad y los acabados de todo lo que está al alcance del tacto de uno, es propia de un modelo Premium. Sin embargo, prevalece lo austero



El tablero es una pantalla de 7” bien sencilla. Nos pareció útil, una barrera a la izquierda, que va indicando la recuperación de energía que se produce durante el frenado (Eco Indicador de potencia).

También cuenta con un llamado indicador SOC (batería de alto voltaje), que muestra el estado de carga de la batería de alto voltaje. La otra pantalla, en medio de la consola central, es un poquito más grande (8 pulgadas), y también tiene funciones básicas. Inclusive tiene un faltante grave, como lo representa la ausencia de un GPS.

La pantalla con el gráfico del momento en el que las baterías se regeneran (lo hacen al desacelerar y al frenar), el momento en el que el motor eléctrico está en acción (lo hace al salir y con una velocidad sostenida en un régimen bajo y a menos d 35, 40 km/h) y por ende el instante en el que el auto empieza a ser impulsado solo por nafta, es sin dudas lo más interesante.

Sin embargo, los gráficos son sencillos -si se los compara con el Prius- y en parte distraen menos.

Nafta y baterías

Vayamos a lo importante, o por lo menos el Ley Motive de este modelo que su sistema híbrido. Como todos los híbridos que se venden en esta zona del continente, el Ioniq, combina un motor de ciclo Atkinson (1.6 litros de 104 CV), con un sistema híbrido (44 CV) conformado por baterías, que cuando funcionan ambos, rinde 141 CV a 265 Nm.



¿Dónde se lo enchufa? Nos preguntaron varios. A los que les respondimos justamente que este tipo de híbridos, no se enchufan (híbridos Plug-in) sino que cuenta con un gran paquetes de batería que se van auto recargando solas.

¿En qué momento y cómo funciona un auto híbrido? Lo explicamos así:

  • Al arrancar y a baja velocidad: Motor eléctrico
  • Aceleración y subidas: El motor naftero combinado con el eléctrico
  • Velocidad alta en ruta: Motor naftero
  • Desaceleración y frenada: se recarga la batería
  • Estando detenido y apagado: El sistema no se recarga.

¿Cómo va?

El primer impacto que se experimenta cuando se presiona el botón de arranque, es el cero indicio de que el mismo ya está en marcha. Solo el mensaje al centro de la pantalla/tablero con la leyenda “listo para manejar”. Algo que es necesario leer, porque si uno se guía por el oído, el Ioniq no da señales de vida.

La caja que está asociada es una automática de doble embrague de 6 cambios, que tiene modo de conducción Eco y Sport. Salir del lugar de donde uno se encuentre, es una sensación maravillosa, pues uno escucha a bordo cosas que por lo general no escucha por el ruido del motor. En nuestro caso, el ruido de las piedritas de la calle sin asfaltar, contra los neumáticos.



No sucede lo mismo cuando se coloca la reversa, puesto que el motor naftero se enciende al instante. De hecho, notamos que el motor térmico se “enciende” muy fácilmente, aún a bajo régimen.

Sin embargo, el consumo es realmente bajo. Durante los días que lo tuvimos, recorrimos un poco más de 1.800 kilómetros, donde visitiamos poco y nada las estaciones de servicio. La computadora de abordo arrojó un promedio de entre los 5 y 5.5 l/100 Km en función del escenario de conducción.

Los tramos urbanos, donde por todo los nafteros convencionales más consumen, es el lugar donde el Ioniq menos consume., puesto que es donde más recurre al modo 100% eléctrico. En ruta, su consumo se puede lo puede comparar como lo que ofrece generalmente un diésel: consumos ajustados, siempre y cuando no se supere los 130 km/h.

Por respuesta, el Hyundai Ioniq HEV es un modelo de respuesta suave y progresiva, con un nivel de prestaciones razonable para sus 141 CV de potencia: tarda 10,8 segundos en pasar de o a 100 m/h. Debido a que sus baterías son pequeñas.



No queremos olvidarnos de dejar de mencionar el muy buen espacio interior que ofrece este Hyundai. Hay espacio para 5 personas en butacas que son más anchas de lo normal. La suspensión trasera, es multilink, lo que repercute en el andar suave que transmite a todos los que se subieron al Ioniq.



Otro apartado que vale la pena mencionar, es el de seguridad. Cuenta con Controles de Tracción y Estabilidad, Alerta de Punto Ciego, 7 airbags y Asistente de Arranque en Pendientes. Sin embargo, llega a nuestro mercado sin los asistentes a la conducción (ADAS), que si ofrece en otros mercados, como el europeo el Ioniq ha perdido en su configuración regional el brillante paquete de asistencias a la conducción (ADAS).



De este modo, no cuenta con sistema de mantenimiento de carril, control de crucero adaptativo, entre muchos otros que ya se están volviendo habitual en modelos generalistas.
Ficha Técnica
  • Modelo: Hyundai Ioniq Hybrid
  • Motor: 1.6 litros de 104 CV y EV de 43 CV/ Potencia total combinada
  • Caja: DCT de 6 velocidades con levas al volante
  • Consumo mixto: 5/5.5 litros cada 100 km
  • Dimensiones: Largo:4.470mm/ancho: 1.820mm/alto: 1.450mm
  • Distancia entre ejes: 2.700mm
  • Capacidad de tanque: 45 litros
  • Precio: U$S 40.500

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