El Gobierno no renovó el decreto y se vuelve al estado de diciembre de 2014. Eso quiere decir que los autos con un precio desde $240.000 de venta al público serán afectados por el tributo. Por ahora, las marcas no van a facturar 0km.
Imprevisible. Nadie esperaba que el día de hoy amaneciera
sin novedades en el Boletín Oficial respecto al decreto que establece las bases del impuesto interno a los 0km. Sin embargo eso es lo que sucedió.
El 30 de junio venció la medida que se fijó en enero de 2014 grabando a los 0km y
se esperaba una actualización del piso. De no haber cambios, se volvería automáticamente a las bases de diciembre de 2014.
La realidad es grave para la industria porque eso implica que hasta los autos del
segmento B sean alcanzados por el tributo que incrementa hasta un 50% los valores de los autos del primer escalón, y hasta un 100% los del segundo. Es decir, un Peugeot 208 o un Ford Fiesta serían alcanzados.
De acuerdo al decreto que rigió por los últimos seis meses, los vehículos con un precio de venta al público que arrancara en $278.000, tendrían el impacto del primer escalón del impuesto. La expectativa de las marcas era que
ese piso se eleve por lo menos un 15%, que fue la última corrección que se realizó.
Hoy, al no conocerse ninguna resolución, se vuelve a esta realidad:
- La primera escala de 30% (50% en la práctica) arranca en los $170.000 según el precio de venta de la fábrica a concesionarios. Para el público, el precio de referencia es de $240.000.
- La segunda escala, que es del 50% (100% en la práctica), aplica desde los $210.000 para el valor de venta a concesionarios. En los salones de venta, afecta a los autos que tengan un valor de venta al público en torno a los $350.000.
En la última reforma del 1 de enero, cuando la vigencia del decreto dejó de ser anual, como fue el primero, y pasó a ser semestral, se anticipó la posibilidad de “
aumentar hasta en un 25% los gravámenes previstos, disminuirlos o dejarlos sin efecto transitoriamente, cuando así lo aconseje la situación económica de determinadas industrias”. Es decir, dejó la puerta abierta a un ajuste que lleve al retoque anual a ese porcentual.
Si bien el decreto venció ayer es posible que las definiciones terminen de tomarse en los próximos días. Pero las empresas actúan de forma instantánea y por estos día
s no se van a facturar vehículos, ya que de hacerlo tendrían que tomar la base de hace seis meses.
Lo cierto es que muchas automotrices estaban atentas a las definiciones ya que tienen lanzamientos en puerta y debían fijar los precios. Honda y Ford son las más apuradas, porque en los concesionarios esperan los nuevos HR-V y Focus que están disponibles pero no tienen valor definido. El resto de las firmas tampoco seguirá tomando decisiones hasta nuevo aviso.