Los 5 “aunque usted no lo crea” del mercado
Las decisiones políticas y económicas que se dieron a lo largo del año fueron dejando secuelas en la industria, dificultando la acción de compra de un auto. Aquí, los cambios más resonantes que hay que saber antes de elegir tu próximo modelo.
El panorama del mercado automotor ha cambiado drásticamente en este último año. El impuesto interno a los autos que superen los $240.000, sumado a la inflación que golpea permanentemente a todas las marcas, ha llevado a que comprar un auto no sea una decisión tan fácil de tomar. Sucede que, mientras hasta el año pasado tener un 0km era una buena inversión (los precios subían por debajo del incremento de otros bienes), este año la realidad cambió y en los últimos 10 meses hubo incrementos por encima del 50%, mientras que la recomposición salarial se ubicó por debajo del 35%. Esta combinación generó múltiples situaciones que no hacen más que entorpecer la decisión elegir un vehículo como destino de los ahorros. Aquí los 5 casos más resonantes 1) ¿Qué me compro con $100.000? Conseguir un auto por menos de $100.000, hoy es toda una proeza. Hasta hace un tiempo era una suma adecuada para elegir entre varios modelos del segmento chico, pero ahora, son solo 2 los que quedaron por debajo de los cinco ceros: Fiat Uno Fire (Desde $85.000 sin ABS ni Airbags), Chery QQ ($94.101) Además, para pensar en un vehículo chico pero con buen equipamiento, hay que tener desde $130.000 en adelante. Por ejemplo el Volkswagen Up!, recientemente presentado y que pensaba ser el auto de entrada a la marca, tiene un valor por encima de los $150.000 en la versión full. 2 El precio de tener baúl Tener un buen espacio de carga, algo muy valorado por las familias tipos, no es una tarea sencilla. La categoría de los sedanes grandes, aquella con amplios baúles, hoy es una de las más golpeadas por el impuesto al lujo y muchos modelos ya superan los $300.000. Si bien todavía quedan versiones por debajo de los $240.000, cada vez son más las marcas que tienen que saltar la barrera no sólo con las opciones tope de gama, sino hasta con las versiones intermedias. Un caso concreto es el de Honda Civic, que en una semana incrementó más de $100.000 las dos alternativas más equipadas, dejando solo una opción por debajo de ese precio. También Ford Focus, Toyota Corolla, Citroên C4 Lounge y Chevrolet Cruze sumaron el impuesto a sus versiones full. 3 Hola y chau Son autos que fueron anunciados con bombos y platillos a principios de año y que hoy se van por la puerta de atrás. Además, es imposible pensar en su regreso, por lo menos en el corto plazo. El caso más notable es el de Citroën, que comercializa desde mitad de año el C4 Picasso y Grand C4 Picasso. Estos autos ya fueron discontinuados debido a que los afectó el impuesto y promedian los $400.000. La marca tuvo que presentarlos porque estaban en los planes desde el año pasado, pero no pensaba que tuvieran ese valor. Otro que desapareció rápidamente fue la versión SEG del Corolla, la más equipada, que la marca prefirió discontinuar cuando el “precio se fue por las nubes”. También sufrió las consecuencias del mercado interno el Renault Logan, un auto que llegó en diciembre de 2013 con un precio muy accesible y para conquistar nuevos clientes, pero que por falta de dólares de la compañía no se puede importar de Brasil y por este año, habrá que sacarlo de los planes de los concesionarios. 4 Las SUV, cada vez más lejos Si un segmento sufrió fuerte los cambios del mercado en 2014, ese fue el de los conocidos 4×4 o todoterreno. Todas las marcas fueron afectadas por el impuesto, desde las nacionales a las importadas, y el precio de un SUV 4×4 full en la actualidad es de $600.000 en delante. En el caso de los 4×2 también se incrementaron, con valores que superan los $350.000. Por otro lado, las pocas opciones que quedan con tracción 4×4 por debajo de los $240.000, que son modelos como Ford Ecosport, Renault Duster y Chevrolet Tracker, en poco tiempo también serán golpeadas por el gravamen. 5 Los importados, casi inalcanzables Durante el año 2013, por el tipo de cambio oficial y la diferencia con el dólar blue, tener un auto de alta gama era una posibilidad al alcance de todos. Quien tenía los dólares los cambiaba en el mercado paralelo y accedía a un buen precio del vehículo que cotiza según el dólar oficial. En el nuevo contexto, con el impacto del impuesto al valor de los autos, ya no es lo mismo comprar un premium que uno de marca masiva. Por ejemplo un BMW M5 tiene un valor de u$s350.000. De esta manera, el sueño de acceder a un auto premium, queda limitado a unos pocos.Posted in Actualidad