Mano a mano. Durante le lanzamiento de la nueva pick up Duster Oroch, el número uno de la francesa habló del presente y futuro de la marca. Ser más rentables y pelear contra los costos “impactantes” son algunos de los grandes desafíos

 

Llegó en diciembre a la compañía, en pleno cambio de Gobierno. Se había preparado para un mercado con control de cambio y trabas a las importaciones, y se encontró sin ningún tipo de restricciones. Entonces empezó a tejerse nuevamente la estrategia de la marca en el país, con otras reglas de juego. Hoy Renault se encuentra dando el primer y más importante paso que dará este año: desembarcar en el segmento de las pick ups y crear, a su vez, una categoría de productos que llaman Sport Utility Pick up, donde jugará un rol clave este modelo compacto, con espacio para cinco pasajeros, con cuatro puertas y una capacidad de carga de 650kg. No será la única pick up que la marca tenga en su portfolio. También sumará, a partir de 2018 y fabricada en la Argentina, una versión mediana, para la cual se comprometieron 600 millones de dólares de inversión. Con un grupo reducido de periodistas charlamos con el directivo en San Carlos de Bariloche, una ciudad que Luis Fernando Pérez Gamboa, colombiano, con 32 años de trayectoria en la empresa, conoció para el lanzamiento de la Renault Duster Oroch y quedó cautivado por su belleza. El Presidente y Director General se presentó, habló de su experiencia (sabe mucho de pick up porque dirigió un joint venture con Toyota que funcionó en Colombia y Venezuela), de lanzamientos, la salud financiera y expectativas de crecimiento de la marca. También, resaltó las preocupaciones que aún quedan por resolver en la nueva gestión del gobierno macrista. Estas son las declaraciones que marcarán el rumbo de Renault. Renault by Pérez Gamboa 1. Sobre su llegada al país: “Cuando en octubre me propusieron venir a la Argentina me prepare para vivir en un mundo con restricciones de acceso a las divisas, pero en diciembre cambió y paso de ser una filial de control de deuda a una que se tiene que gestionar por la rentabilidad y el crecimiento. Eso es lo normal. Y eso generó un cambio de estrategia industria y comercial”. 2. La economía de la marca: “Renault no está endeudada. Es una filial que ya puede trabajar en crecer y generar una rentabilidad que le permita este tipo de inversiones (u$s100 millones para fabricar Logan, Sandero y Stepway y otros u$s600 millones para otra pick up mediana)”. 3. Los planes de inversión: “Ya no tenemos un papá rico que nos da la plata, sino que las propias filiales son las que deben crear su propio flujo para invertir”. 4. Los desafíos: “La filial Argentina tiene una condición económica sana, pero para que siga la sanidad se sostenga debe continuar con el crecimiento en cifras de negocios, en tener posibilidades de inversión con los proveedores y aumentar la integración local al 50%”. 5. Reglas de juego: “En la marca planteamos varios escenarios y nos preparamos para cada uno, con la gimnasia comercial industrial y financiera que se ajusta según la realidad”. 6. Proyección de la industria: “Vemos un mercado de 625.000 unidades. En ese mercado tenemos que llegar al 15% de participación”. 7. Presente de Brasil: “Nos preocupa porque cayó de una forma drástica y las variables de inflación y devaluación hacen que sean más competitivos que Argentina. Facilita la importación y hace más onerosa la exportación. En los primeros tres meses se importaron más de 100.000 vehículos brasileros y los importadores  están soportados en esa rentabilidad haciendo actividades comerciales que benefician esos productos. Es un mercado que se contrae, nos frena los volúmenes. Pasó de 3.6 millones de unidades a 1.9 millones. Hay contracción de la actividad y no se reactivará de un día para otro”. 8. Otros mercados: “Un acuerdo con Colombia lo venía trabajando del otro lado. Lo que se valora acá es el trabajo que el Gobierno hace para buscar alternativas diferentes ante la situación de Brasil. Pero Colombia son 300.000 unidades al año, no son 2 millones. Es un país completamente abierto. Lo que se ve en esos mercados es que los países acompañan con políticas industriales fuertes al local, en infraestructura, desarrollo de proveedores, joint para ser competitivos y poder defenderse”. 9. Desafío personal: “En el contexto actual es un gran desafío profesional estar en este mercado que para Renault es el segundo en importancia en la región y que estuvo en el top 10 de los mercados importantes, entonces tiene un seguimiento importante desde la región”. 10. Lo que viene: “Este año lanzaremos el nuevo Sandero RS y Megane RS. Además, tenemos varios modelos en la mira para Argentina, Brasil, Colombia y México. Cada uno con sus particularidades. Nuestro mercado estaba penalizado por los impuestos, ahora sin la medida, buscamos los productos que no son de volumen pero que le darán a la marca un look distinto”.  

Abrir el juego. El flamante presidente de Renault, Luis Fernando Pérez Gamboa, fue parte de los festejos por la fabricación de la unidad 3 millones en Córdoba. Fue una de sus primeras apariciones desde que asumió el cargo y habló de todo: futuros lanzamientos, dólar, inflación y la relación con el Gobierno. Allí estuvo Motriz

Fabricar 3 millones de autos no es poca cosa para una automotriz, más aún, cuando lo logra en un contexto de escasa previsibilidad, como es la Argentina. La marca del Rombo lo celebró en la planta de Santa Isabel, Córdoba, y quien se quedó con ese “récord” fue nada menos que un Fluence bordó, el sedán mediano que también se convirtió en el primero en producirse en el país en su versión deportiva, el GT2, de la mano de Renault Sport.

Durante los festejos estuvo presente Luis Fernando Pérez Gamboa. El presidente y director llegó al cargo hace poco más de un mes, y desde ese momento tuvo una agenda llena de encuentros, donde conoció desde los colegas de la industria hasta los referentes del flamante gobierno de Mauricio Macri. Por eso, su paso por la planta fue una buena oportunidad para charlar con el directivo de “todo”. Es decir, no sólo lanzamientos y autos, su “expertise”, sino también su visión sobre el país, la política y la economía.

Lo primero es lo primero: los autos Para arrancar abordamos temas vinculados a la industria y algo que hoy es central y preocupa a la sociedad, los precios de los 0km. Y la respuesta fue contundente: “Ante una devaluación del 40% los precios se tienen que ajustar para generar un negocio rentable”, dijo el Presidente.

– Y ¿Qué pasará tras la nueva escalada del dólar (superó los $15) y su correlato en los 0km? – “Nosotros tenemos claro cuáles son las proyecciones de tasas y en base a eso y la dinámica del mercado, tenemos que ver cómo se mueven los precios de los vehículos con los que competimos. La metodología es sencilla: un vehículo compite con otro, cada uno tiene una posición en el mercado, y en base a eso vemos que hacemos para no “desposicionarnos”. El dólar marca su pauta, en que va a terminar eso es como tener una una bola de cristal.

– ¿Cómo va la fabricación de Sandero y Logan? – Vamos adelantados. Tenemos la línea de estampado, de pintura para el Logan y Sandero. Acabamos de pasar la revisión de las recetas comerciales y temas técnicos. Estamos preparados para el acuerdo de manufacturación del producto, y el personal ya está capacitado.

– ¿Cómo será la integración de piezas nacionales de Sandero y Logan? – El vehículo se lanza con 30% de integración local, y queremos llegar al 50%. Queremos integrar piezas de forma competitiva. Serían piezas plásticas del interior, láminas de estampación, sistema de frenado y de refrigeración.

– ¿Se seguirá fabricando el Clio? – No tenemos visualización de finalizar la producción del Clio, es un ícono con más de medio millón de unidades producidas.

– ¿Cuáles son las expectativas con Oroch? – Hay muchas expectativas. Esperamos comercializar entre 9000 y 10.000 unidades al año de ese vehículo, nos estamos preparando para el lanzamiento que será en el primer trimestre, ya tenemos los pedidos a Brasil e hicimos la capacitación a concesionarios.

– ¿Quieren que llegue antes que Fiat Toro? – Es el gran competidor pero tenemos un producto fuerte. En Brasil ya se está haciendo el test con muy buenos resultados.

– ¿Cuáles son las versiones que comercializarán en el país? – Primero llegará la versión con cabina doble 4×2 y luego la 4×4. Oroch tendrá su versión 4×4 y estará en la Argentina.

– ¿Qué otra novedad presentará la marca? – Otra de las novedades será el lanzamiento de Sandero RS en el segundo semestre y veremos que otros vehículos deportivos y eléctricos podemos comercializar. Ya homologamos Kangoo, Twizy, Zoe eléctricos. Tanto la Fórmula 1 como la Fórmula E generan un imput de competencia, innovación y desarrollo que tenemos que aprovechar.

El Kangoo eléctrico no tiene fecha, esta homologado pero necesita trabajo que implica red, formación, preparar talleres, infraestructura de recarga, trabajo con el Gobierno en cuanto a soporte y un modelo de negocio que se desarrolle con los flotistas.

Renault tiene en su genética la competencia, estamos entre los más competitivos. Tarde o temprano el mercado tiene que abrirse. Vengo de Colombia, un país que se abrió mucho, e indiscutiblemente eso impacta en la actividad industrial local, porque vas a competir con los grandes, pero también genera oportunidades, porque cuando el Gobierno se abre y acompaña con soporte a la actividad industria abre la posibilidad a proveedores, terminales, clientes, etc.

Política, economía y algo más Abordados los temas vinculados a la marca y la industria, pasamos a temas coyunturales. Hace pocos días, Pérez Gamboa fue parte de los encuentros que se realizaron con empresarios durante la visita del presidente francés, François Hollande.

– ¿Cómo ve el clima de negocios? – Tengo un mes en el país. Estuve en la cena con el Presidente francés y en una reunión con empresarios, en ADEFA y con la red de concesionarios.  El Gobierno está empezando a mostrar todas las posibilidades que hay en minería, energía, industrias. Se están haciendo cambios estructurales en la gestión económica.

Hay una dinámica diferente, una oportunidad para la inversión. En temas de industria el foco está en la dinámica sobre la política industrial de desarrollo de proveedores e inversión de terminales en el país.

Si todo se concreta, en el mediano y largo plazo, la Argentina tiene que volver a tomar la dinámica de un país de primer orden. Ese es el ambiente, hay que concretarlo. Hay que dar los los primeros pasos. Renault ya está comprometido con una inversión de u$s100 millones para fabricar Sandero y Logan; otra de u$s600 millones para la pick ups, y con nuevos proyectos que se están viendo.

– ¿Cómo ve la situación de Brasil? – Es compleja, tanto económica como política, y complica al mercado. En 2010 se vendieron 3.6 millones de unidades, el año pasado 2.5 millones y este año se prevé que siga bajando. Hay elementos macro económicos que ponen al mercado en retroceso, más el tema político que afecta. Pero seguimos comprometidos con la actividad en ese país, tenemos unafábrica donde se invirtió mucho y hoy están saliendo 60 vehículos por hora de la línea de producción.

– ¿Qué importancia tuvo que los gremios hayan aceptado una baja de salarios para que Nissan-Renault inviertan en la Argentina? – Ese acuerdo de competitividad es la columna vertebral del costo de producción. Igual, hay que tener en cuenta que no solo es el costo de mano de obra, sino también temas de logísticas, hay que hacer trabajo de infraestructura, el costo de las piezas donde hay que trabajar con proveedores para que el acuerdo permita una reducción del costo de venta de los vehículos y ser más competitivos.

– ¿Coincide con el Gobierno en que la lucha contra la inflación es el primer objetivo? – La inflación es el primer impuesto y más fuerte que se paga y quita el poder de compra. La inflación controlada permite que el poder de compra de la gente se incremente y empiece el círculo virtuoso de la economía que permite subir el nivel de vida y salir de probreza, entre otras cosas. En Colombia, por la crisis del petróleo y la subida de intereses en 2015 en EE.UU, la inflación llegó a 4.5% el año pasado, pero era de 2.7 por ciento.