“La gente tiene que saber que Jeep tiene un producto acorde a su bolsillo”
Pablo García Leyenda, gerente Comercial de Jeep, se refirió a las nueva gama de productos que ofrecen en el país y a la posibilidad, por primera vez en la historia, de ver a la marca como más accesible sin perder el vínculo emocional y aspiracional que siempre la identificó

Pablo García Leyenda, gerente Comercial de Jeep, RAM, Dodge y Chrysler, en la terraza de la caballeriza

El Compass se venderá en la Argentina en tres versiones, por ahora únicamente con motor 2.4L naftero
El Compass ganará clientes que compraban un hatchback, sedán y alta gama. Es el equilibrio justo entre lo salvaje y lo elegante
También va a robar compradores del segmento D y E de SUV, porque ofrece las mismas prestaciones que un vehículo más caro, grande y lujoso, en un tamaño más compacto y funcional para uso urbano. Es el equilibrio entre lo mejor de dos mundos, el salvaje y más elegante.
– La decisión de fabricar Renegade y Compass en Brasil impacta en los precios, al tener los beneficios del Mercosur. ¿Esto abre más el mercado?
– Sí, sin dudas. Renegade generó un antes y un después, trayendo a la marca clientes que no se habían acercado antes y que no tenían en su listado de alternativas un Jeep como opción de compra. Con Renegade amplias la base de la pirámide y Compass llega en un segundo escalón para fortalecerla. A fin de año también se sumará Cherokee y tendremos un suv en cada uno de los segmentos.
El Compass ganará clientes que compraban un hatchback, sedán y alta gama. Es el equilibrio justo entre lo salvaje y lo elegante

Wrangler, Renegade Multijet 4AWD y Cherokee se lucieron en la presentación

García Leyenda asegura que los argentinos tienen un vínculo emocional con la marca
El 40% de las ventas de SUV compactos se hace con plan de ahorro, por eso en pocos días vamos a lanzar el Jeep Plan para Renegade
Este modelo hoy está duplicando las ventas del año pasado. Es decir, el segmento está creciendo, pero Renegade es protagonista de ese crecimiento. Esperemos que pase lo mismo en el segmento C que fue uno de los más golpeados en los últimos años al punto que el D y E (los SUV más grandes) se recuperaron más rápido?
– ¿Eso no tuvo que ver con la falta de productos, porque hay marcas que hace año no se actualizan?
– Exacto. En 2018 debería volver a crecer. Lo máximo que tuvo en penetración dentro de la industria de autos, sin contar Pesados, fue de 2.3%. Hoy el segmento C cayó a 1,8%. En el caso de los SUV chicos, la participación es es de 12%. Es uno de los que más crece.
Un dato interesante es que tiene un perfil muy variado de clientes, pero la gente empieza a migrar por el estilo de vida y prefieren vehículos que sirvan para andar fuera de la ciudad, en caminos rotos. Se valora más la seguridad, el confort de marcha, la prestaciones y mantenimiento.
Ventajas emocionales
Además de Jeep, Pablo García Leyenda maneja los destinos comerciales de Ram, Dodge y Chrysler. Para estas marcas se esperan algunas novedades en 2018, especialmente en RAM, con nuevas versiones. Pero “el norte más claro” lo tiene Jeep.
El 40% de las ventas de SUV compactos se hace con plan de ahorro, por eso en pocos días vamos a lanzar el Jeep Plan para Renegade
“Jeep está presente en 146 países , tiene plantas en todos los continentes como México, Brasil, India y China. Por primera vez Jeep pasa a ser una marca realmente global, y es una oportunidad enorme. Esto se capitaliza también en la Argentina, y todo contribuye para llegar a las 2 millones de unidades en 2018″, comentó García Leyenda.
– Además de los cambios con la importación de los modelos desde Brasil, ¿qué otras variables juegan a favor en la Argentina para que se vendan más Jeep?
– Hoy se da un contexto ideal en la Argentina, donde además tiene una presencia muy arraigada. Fuimos fabricantes en los 50′, 60′ y 70′. También tuvimos producción en los 90′ con Cherokee y Grand Cherokee en Córdoba.
La gente está muy ligada a Jeep emocionalmente. Es una marca familiarizada pero que no está como opción de compra porque no hemos ofrecido una paleta de productos tan amplia. Ese es el principal desafío que tenemos hoy, que el consumidor entienda que Jeep tiene un producto acorde a su bolsillo, a su economía y ligado a su emocionalidad y estilo de vida.
Es la oportunidad única que se de esto, no hay otros países con una conexión tan importante con el público y debemos aprovecharlo. En la Argentina la gente quiere tener un Jeep.



De a poco, la familia de Jeep empieza a completarse en el mercado local. Después del desembarco Renegade, el SUV chico del grupo FCA (Fiat Chrysler Automobiles), quien se sumó ahora es su hermano mayor. Nos referimos al Compass que se mete de lleno en la categoría de los utilitarios deportivos medianos, que hoy está liderado por el Hyundai Tucson.
Después de varias apariciones previas al lanzamiento oficial que se llevó a cabo hoy en una estancia en General Rodríguez (Buenos Aires), se sabía que por estética, esta segunda generación se iba a alejar de su antecesor y por lo contrario, se acercaría mucho más al nuevo Grand Cherokee, que llegará antes de fin de año.
Los más “puristas” de la marca pueden estar más que satisfechos, ya que ADN de la tradicional marca se reconoce a simple vista. El signo más elocuente (la parrilla de siete ranuras), dice presente, pero en esta oportunidad mechada con recursos modernos, como lo son las ópticas, que a diferencia del Renegade no son redondas, sino estilizadas y contorneadas con luces leds, las cuales están presente en todas las versiones.
Pese a utilizar la misma plataforma que el Renegade y la Fiat Toro, el Compass, es más ancho (casi dos metros) más largo y alto que el Renegade, de modo que exterioriza más ese dote de auto “fortachón”, totalmente necesario en este tipo de vehículo. Así mismo, cuenta barras longitudinales portaequipajes en todas las versiones y las llantas pueden ser de 17, 18 y 19 pulgadas, con diferentes diseños, según la versión.
Después hay detalles de confort que van apareciendo según el nivel de equipamiento. En el caso de la unidad que pudimos probar (Longitude), se diferenciaba por su techo panorámico, mientras que la Limited (tope de gama) contaba con techo con pintura negra brillante, faros de xenón, doble caño de escape y detalles cromados exteriores.
Adentro es incofundiblemente un Jeep con una plancha sobria, pero de calidad y con todo lo necesario. Desde nuestra versión Longitude (la intermedia), el Compass no necesita llave para poner en marcha el motor, ya que se enciende con un botón.
Las butacas, tienen un amplio rango para encontrar la posición de manejo que uno quisiera (fácil de encontrar además con el volante regulable en profundidad y altura), pero no tiene comandos eléctricos, sino manuales, en todas las versiones. Al igual que el Renegade y la Toro, el tablero cuenta entre los relojes del velocímetro y el cuenta vueltas, con una completa computadora de abordo, que en la versión Limited es de 7 pulgadas y 3,5” para Sport y Longitude.
Al centro de la consola está presente la pantalla táctil pequeña llamada Uconnect, que si bien incluye sistema Apple Carplay / Android Auto, cámara de estacionamiento trasera, conexiones Bluetooth y USB, no ofrece GPS.
Solo una brújula digital, es lo más cercano que ofrece el Compass cuando de solicitar ubicación se trata.
La marca decidió ofrecer sus tres versiones (Sport, Longitude y Limited), con la misma motorización: El “Tigershark” de 16 válvulas y 2.4 litros, que ya equipa a una variante del Renegade, que eroga 174 CV.
Lamentablemente no está disponible (en Brasil si), el eficiente Multi Jet 2.0 turbo diésel de 170 CV, que empuja a la Fiat Toro, y que tampoco ha llegado en la zaga del Renegade. Si hay para elegir dos opciones de cajas. Una, es la manual de 6 marchas y la otra es la automática de 9 marchas, que se complementa con levas al volante para las versiones 4×4 Longitude y Limited, las cuales a la vez se ofrecen con tracción integral Jeep Active Drive de acople automático y sistema Select Terrain para nieve, arena, barro o función automática).
Nos quedamos con ganas de más. De mucho más de poner a prueba las capacidades off road, que no tenemos dudas serán sobresalientes.
Pero en esta oportunidad nos tuvimos que conformar con manejarla por un breve lapso, que si sirvió para ver sentir lo confortable que resulta, aún encarando caminos rotos, y lo bien que empuja su motor de 174 CV.
Seremos los primeros en solicitar una unidad de prueba en los próximos días para poder hacerle varios kilómetros e incursionar por algún destino off road.