La marca anunció la incorporación del filtro de partículas DPF que reduce el nivel de emisiones para cumplir con la normativa EURO 5

 La Chevrolet S10 incorpora una nueva tecnología que reduce las emisiones contaminantes en los motores turbodiésel. Se trata del filtro de partículas DPF (Diesel Particulate Filter, por sus siglas en inglés), un dispositivo conectado al sistema de escape diseñado para retener el material particulado (hollín) de los gases de escape del vehículo, ayudando a preservar el medioambiente.

 De esta manera, la pickup S10 cumple con la norma Euro V, un conjunto de medidas reglamentarias que tienen como objetivo reducir las emisiones de gases y partículas contaminantes en vehículos dotados con motores de combustión interna. Dicha norma entró en vigencia en Argentina a partir de enero de este año. Además de este modelo, la Chevrolet Captiva con motorización diésel también cuenta con esta tecnología en nuestro país.

El dispositivo DPF funciona a través de un proceso denominado ‘Regeneración’, encargado de la autolimpieza del filtro. Los residuos generados por la combustión del motor se convierten en dióxido de carbono y vapor de agua al salir del sistema del escape. El filtro DPF se limpia de manera automática y periódica mientras se está conduciendo y para su correcto funcionamiento el vehículo se debe utilizar con combustible Grado 3.

Con ciclos de conducción normales, el conductor no percibirá el funcionamiento del filtro DPF. No obstante, en ciclos cortos de manejo o a velocidades por debajo de los 30 km/h, puede que la regeneración no llegue a completarse, por lo que el vehículo dará aviso para que el conductor siga conduciendo por más tiempo, preferentemente en ruta o avenida, para poder finalizar con el proceso y limpiar por completo el filtro de partículas.   

La Chevrolet Trailblazer, al poseer la misma motorización turbodiésel que la S10, también suma el filtro de partículas DPF que reduce el nivel de emisiones contaminantes.

 

Honda busca 114 mil modelos (Accord, City, Civic, CR-V, Fit, Legand, Pilot y Stream) vendidos en Argentina porque tienen airbags que pueden estallar solos. La mitad, aún faltan localizar.

Takata es uno de los tres proveedor mundial de airbags más grandes del mundo. Provee este sistema de seguridad pasivas a varias automotrices, entre ellas, Honda, pero también a BMW, Toyota, Nissan, Ford, General Motor, Mercedes Benz y Subaru. En el año 2014 , la filial japonesa en nuestra país, fue la única que reconoció tener problemas con el funcionamiento del inflador de las bolsas de aire de los airbags. ¿Cuál es el inconveniente puntual? Que los mismas puedas estallar solos, con todo lo que ello implicaría. Una situación muy grave, que si bien aún no se registró ningún caso en nuestro país, ninguna de las miles de unidades que mencionaremos a continuación, están exentas. “El problema radica en ciertos componentes químicos de los infladores de las bolsas de aire que, al cabo de un tiempo y en condiciones de humedad y temperatura, pueden volverse inestables y generar una presión excesiva al momento de la activación y despliegue de las bolsas, con un potencial riesgo para los ocupantes del vehículo”, Raúl Alonso, responsable de Postventa de Honda Motor de Argentina. Ante esta situación, desde Honda Argentina se llamó hoy una conferencia de prensa (acaba de concluir) para comunicar el caso a los medio especializados, para que a través de estos, los propietarios de modelos que se hayan fabricado entre el 2001 y 2014, puedan tomar noción de este inconveniente.  Se trata, en definitiva de un recall masivo, que la marca llama A.I.R.B.A.G (Asistencia Inmediata para Revisión de Bolsas de Aire Gratuita). El control no solo está llamado a realizarse en la Argentina, sino que se está llevando adelante en todo el mundo, ya que este desperfecto ocasionó 22 muertes en un total de 50 millones de vehículos afectados. En nuestro mercado, de los 114.000 autos y 185.000 airbags que podrían tener problemas, restan controlar 68.000 autos. Si bien la campaña arrancó en junio de 2015, desde la marca afirman que se provocó en la actualidad una meseta. Es decir, no se localizaron más autos. Eso sucede especialmente con aquellos modelos que ya son de segunda o tercera mano, a los cuales se les perdió el rastro en la agencia. Y es necesario que sean revisados. El problema que agrava la situación es que la Argentina forma parte de uno de los países más riesgosos donde puede ocurrir el siniestro, por la temperatura y la humedad, donde los airbags podrían estallar. La campaña entró en vigencia para los siguientes modelos:

• Fit 2004 – 2014
• Pilot 2009 – 2011
• Legend 2007 – 2009
• City 2001 – 2014
• Civic 2001 – 2014
• CR-V 2003 – 2012
• Accord 2001 – 2012
• Stream 2001

 El desperfecto se ocasiona cuando ciertos componentes químicos de los infladores de las bolsas de aire que al cabo de un tiempo y en condiciones de humedad y temperatura, puede volverse inestable y generar una presión excesiva al momento de la activación y despliegue de las bolsas, con un potencial riesgo para los ocupantes del vehículo. “El inflador no mantiene su estabilidad, el cual puede romperse y generar esquirlas ocasionando lesiones a los ocupantes”, explicaron desde la marca. La reparación de esta pieza en los airbags, desde luego ES SIN CARGO PARA EL PROPIETARIO y aseguran que su reemplazo solo lleva 30 minutos. El costo para Honda, será millonario. Cada inflador sale u$s900, es decir,  el total que tendrá que enfrentar la marca es de u$s151 millones al reemplazar a todos los SRS afectados. Más información en Honda Autos Campaña