Hace dos meses se presentó la variante más radical del popular hatchback de Renault. Motriz lo probó junto a su versión convencional. Aquí sus principales diferencias.

En toda familia hay hermanos que son bien diferentes. En el caso del Sandero, hace tiempo que convive con su par Stepway, aquel que se caracteriza por sus accesorios tipo aventurero. Pero hace poco se sumó el Sandero RS. Una versión rabiosa del sosegado hatchback citadino de la marca del rombo que difiere no solo de estética, sino de comportamiento. Lo probamos a la par para percatarnos de sus diferencias más sustanciales. Estética de Sandero El Sandero se renovó en mayo del año pasado conjuntamente con su variante Stepway. Esta nueva generación gustó y tuvo mayor recepción que la anterior generación, ubicándose como uno de los modelos más vendidos de la marca. Su nueva trompa con el logo grande al centro, el paragolpes más abultado y la nueva configuración de sus ópticas, le sentaron de maravilla. Lo mismo que su terminación trasera, está mucho más armónica y quedó lejos de ser un modelo low cost, como lo fue en sus orígenes. Estética de RS Si hay algo que lo diferencia al RS del convencional es su estética. De frente se distingue por sus nuevo paragolpes que cuentan con luces diurnas Leds y con un labio inferior metalizado. Los faros, tanto los delanteros como los traseros tienen un fondo oscurecido. De costado, los faldones y sus llantas oscuras de 17”, le dan la dosis por la que todo pistero pierde la cabeza. La cosa no termina allí, y siguiendo el manual de los coches deportivos, suma una salida de escape doble cromada y un difusor trasero. Interior Sandero El Sandero siempre se caracterizó por su buena habitabilidad y tras esta última actualización, logró modernizarse en algunos aspectos. Cabe aclarar que se trata de su versión full y aquí el conductor se puede encontrar con climatizador automático, la pantalla táctil que tiene acceso a todo lo referido con lo multimedia, el GPS entre lo principal. Tiene volante multifunción (no regulable en altura) con velocidad crucero, limitador de velocidad, los comandos de audio están atrás del volante. La plancha tiene apliques símil metal y si bien todo es de plástico duro, esta muy presentado. Destacamos los tapizados de cuero de sus asientos, pero le recriminamos que sus butacas delanteras no son del todo anatómicas. Lo mejor, hablando de sus butacas, es el enorme espacio que cuenta en las plazas traseras de modo que en la práctica pueden entrar tres personas y el pasajero del medio tiene apoya cabezas, aunque su cinturón es abdominal. Interior RS La cuestión deportiva se respira puertas adentro. Apenas uno apoya las manos en su volante forrado en cuero nota que es más grueso y con mayor grip. Lo mismo sucede cuando uno se sienta en sus butacas delanteras, mucho más abrasivas en los laterales. Seguimos con cuestiones palpables y allí salta la empuñadura de la palanca forrada en cuero. Aparece su pedalera de alumino y costuras con la insignia RS, en sus asientos. No sabemos porqué, pero esta versión perdió el quinto apoya cabezas. A nivel equipamiento, conserva el climatizador automático y el sistema multimedia Media NAV de la versión full del Sandero Convencional. Motorización: Sandero La versión de prueba es la tope de gama, de modo que está impulsado por el motor 1.6 de 16 V de 105 CV (las versiones más accesibles tiene un 1.6 L de 8 V y 85 CV). No es un motor al que se le pueda exigir demasiado. Puede acelerar hasta los 167 km/h, velocidad donde el Sandero se vuelve demasiado ruidoso. No acompaña a esta motorización su caja manual de solo 5 marchas, la cual tiene una quinta muy corta que obliga viajar en ruta a muchísimas vueltas (casi 4.000 a 130 km/h). En ruta es un motor un poco gritón, pero que nadie puede dudar de su confiabilidad. Motorización: Sandero RS En este apartado se justifica de veras el plus de de aquel que pagó por acceder a esta versión, ya que el Sandero no es solo un muchacho con estilo Racing, sino que es un verdadero deportivo ya que se encuentra impulsado por un 2.0 naftero, aspirado (es decir, no está sobrealimentado por un turbo) de 145 caballos. Considerando que el auto pesa 1.161 kilos, su relación peso/potencia es excelente. No hace falta tener el pie pesado ya que puede trepar de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y alcanza 200 km/h de velocidad final. Su caja es manual de 6 marchas y sus relaciones son cortas, de modo que obliga a que el tacometro siempre enroscado en altas vueltas y lo mejor de todo: Su ronroneo de su hermoso escape doble, nunca se calla. Incluso cuenta con un botón (RS), donde el auto tira más vueltas. Sandero: ¿Cómo va? Es uno de los modelos más cómodos y de mejor confort de marcha del segmento. Su posición de manejo sigue siendo un tanto elevada, pero su butaca y la regulación de la altura del volante ayudan a mejorarla. En ciudad es donde mejor se desempeña. El combo que genera su sistema de suspensión un tanto blandas, los neumáticos de 15”y su buen despeje del suelo, hacen que uno pueda moverse sin cuidado en presencia de lomas de burro e imperfecciones en el camino. En ruta, su comportamiento es correcto pero no deslumbra. Primero por la reacción modesta de su motor, sin olvidarnos de su mullido constante cuando se viaja a 120 km/h. Su caja de 5 marchas, es su gran limitante en este escenario, sumado a lo corta que resulta su quinta marcha. El otro punto en contra es su que es propenso a inclinarse en curvas cerradas a causa de sus sistema de suspensión blando, lo cual se agrava por la ausencia del control de estabilidad. RS: ¿Cómo va? Sorprendidos nos bajamos de esta variante deportiva. Se trata de una versión que se tomó en serio esto de ser deportivo con solo lo estético. Más allá del comportamiento de su motor, nos encantó su suspensión más rígida, algo necesario cuando uno viaja a velocidad y fundamental para que uno se sienta siempre seguro. No se inclina en curvas cerradas tomadas a velocidad y en esto influye también que el auto es un poco más bajo(el despeje se redujo en 40 mm), que el convencional. Su dirección se va endureciendo a medida que el velocímetro trepa. Aplausos a su eficiente sistema de frenos (de disco en las cuatro ruedas). Esta versión dispone de control de tracción y de estabilidad, pero ambos se pueden desactivar mediante el modo de manejo Sport al dejar presionado el botón de R.S. En ciudad, sus neumáticos de perfil bajo y su menor despeje del suelo, pasan factura y el confort de marcha se ve muchas veces comprometido. Precio: Sandero Privilege: $262.700 Sandero R.S. 2.0: $302.700