Algunos por el cese de su producción, otros por sus bajas ventas, y algunos por estar afectados por los impuestos “al lujo”. Estos son los autos que no volverán a ver más en las concesionarias.

Como todo inicio de mes, la Asociación de Fábrica de Automotores envía el informe de producción de vehículos de las terminales que fabrican en el país. Y como viene sucediendo en los últimos meses, la misma muestra una caída sostenida: Cayó un 33% comparado con abril del 2018. Este indicador, sumado a la estrepitosa caída de las ventas (52% abajo con respecto al mismo período, enero-abril) y al reciente anuncio del Gobierno Nacional de uno de los impuestos para los modelos importados, no solo ha alejado a los consumidores de los autos 0km, sino que está empujando a que muchas terminales, decidan dejar de comercializar. En Motriz hicimos un repaso por los modelos que ya dicen “adiós” en la Argentina y que por ahora, no tienen reeemplazo:

Ford

Focus: En octubre del año pasado, Ford Argentina anunció el cese de producción del Focus de tercera generación, el cual dejará de producirse en la planta bonaerense de Pacheco esta semana. ¿Motivos? Por las bajas ventas de todos los modelos del segmento C (En 2014 representaba en la Argentina un 13,5 por ciento del mercado total; en 2018, se lleva un 8,7 por ciento. En el mismo período, en Brasil cayó del 8,2 al 5,8 por ciento.), sobre todo el de los sedanes -el Focus se producía con silueta hatchback y tricuerpo. S Max: Con solo 10 unidades vendidas en lo que va del año, el familiar de 7 plazas concebido sobre la plataforma del Mondeo no será renovado su stock por las escasísimas ventas. El modelo Premium nunca tuvo un precio accesible, su valor de lanzamiento era de 49.000 y 60.000 dólares, muy elevado por llegar  de España y pagar el 35% de arancel aduanero, de modo que nunca tuvo un valor tan competitivo, salvo cuando se producía en México.

Renault

Fluence: Por los mismos motivos que afectaron al Focus, Renault (caída de las ventas del segmento de los sedanes) también bajó de la producción de la planta cordobesa de Santa Isabel al Fluence. Su período más exitoso fue entre 2011 y 2013, en el cual llegó a vender cerca de 10.000 unidades por año, en promedio. En contrapartida, en el 2018 no figuró ni siquiera entre los 100 modelos más vendidos del país.

Volkswagen

Suran: Uno de los más longevos de producción nacional, que salía de la planta de pacheco de Volkswagen,  apenas inició el 2019 fue jubilado. Se trata del Suran, un modelo con silueta rural en vía de extinción, que después de 12 años de vigencia interrumpida y precios siempre competitivos (llegó a convertirse en el 0km más vendido en diciembre del año pasado por sus tentadoras ofertas), es uno de los que tenían el retiro ya marcado.

Honda

Civic: Afectado desde su lanzamiento por los impuestos internos, el Civic más poderoso y deportivo (el 1.5 turbo EX.T de 173 CV) dejará de ser la partida este año. Su elevado precio (39.000 dólares según lista de precios de ACARA), siempre lo ubico como un auto caro y solo para algunos. La marca, solo comercializará a su versión 2.0 EXL CVT de 154 CV, cuyo precio es de $1.2700.000

Chevrolet

Camaro: Otro de los modelos aspiraciones que este año la marca ha decidido no volver a reponerlo, es el  Camaro. El Muscle Car del moño dorado, estuvo durante febrero a un valor promocional increíble: las versiones cabriolet y coupé, las cuales pasaron a costar de 90.000 dólares a menos de 60.000 dólares. Es decir, al contado tuvo un precio de $2.229.032, mientras que con un cheque diferido a 30 días el precio es de $2.313.017. Motriz hizo algunos llamados a concesionarios oficiales en aquel entonces, y por ejemplo en Córdoba, en una mañana, se vendieron 4 unidades al contado.

Nos pusimos al frente de las variantes camperas de dos de los monovolumenes del momento. Los confrontamos por los mismos terrenos para ver cuál de ellos salía mejor parado. Conocé en este informe que preparó Motriz los resultados.

Las versiones aventureras, es decir aquellas que se conciben sobre modelos de calle y que con una serie de accesorios alimentan su perfil más campero, han demostrado tener buena recepción en nuestro mercado. Si escudriñamos hacia atrás, vamos a encontrar que Fiat fue la primera con el apelativo Adventure, que “lookeaba” a su familiar Palio Weekend y a su pick-up Strada.

Hoy, son varias las versiones vigentes que aparentan tener aptitudes para el off road. Sin embargo, Motriz eligió dos rivales para este VS que por su perfil familiar, y por supuesto, por su tratamiento aventurero, se disputan claramente para ver quien presenta más y mejores fundamentos para quienes busca un modelo de este segmento.

La VW Suran es uno de los monovolúmenes más longevos (se fabrica en Pacheco desde el 2006) que se comercializan en nuestro mercado. Su incursión por los pseudo off road, la inició después de la buena recepción que tuvo el Cross Fox, es decir el hatchback sobre el cual se basa la Suran. A fines del 2014, la familia Volkswagen Fox y Suran, recibió un importante re diseño, el cual también involucró a sus ediciones Cross.

El Chevrolet Spin, por su parte, tiene en su Curriculum Vitae apenas cuatro años de experiencia, mientras que esta edición que se apellida Activ, se sumó recién en marzo del año pasado.

El maquillaje que recibe la Spin Active para diferenciarse de su par, está bastante logrado. Las modificaciones en su estética más sustanciales pasan por sus ópticas de cuerpo oscuro, molduras inferiores y laterales, stickers en los bajos de las puertas, barras de techo y llantas específicas. Se recurre al controvertido recurso de colgar el auxilio en el portón trasero. Esto, además de quitar visual y ser peligroso en caso de choque, requiere de espacio extra (por lo menos un metro) y paciencia para abrir su portón trasero. Sin embargo, compensa el hecho de que el auxilio dispone la misma medida y llanta de aluminio que el las cuatro ruedas titulares.

El Suran Cross no es más que la versión familiar del Fox Cross (con 38 cm más de largo). De hecho, si se los mira de frente prácticamente no tienen diferencia. Hablamos de una cara con un paragolpes delanteros cuya parrilla inferior negra y símil aluminio aparenta ser de mayores dimensiones y los faros anti niebla más cuadrados y de mayor tamaño. Además del logo que identifica a la marca, en el frente hay una inscripción que nos cuenta que se trata de la versión Cross. De costado, se puede ver el mayor despeje, los pasa ruedas en negro, zócalo en negro y aluminio, stickers, espejos exteriores en la misma terminación y barras porta equipaje. De atrás, no se recurre a la rueda de auxilio colgada de su portón trasero, sino que está oculta en el piso de su baúl, la cual respeta la medida de las cuatro restantes, aunque la llanta es de chapa y no de aluminio.

Por dentro, la Spin Activ tiene pocas diferencias con su versión convencional. Los tapizados de los asientos tienen un estampado que incluye la identificación del modelo. Todo lo demás sigue inalterado: Tablero mix digital/analógico, su panel de abordo y conserva su pantalla táctil con el sistema My Link. Este sistema no ofrece GPS ni cámara de marcha atrás, lo que sería muy útil, considerando sus dimensiones. El gran volumen de su baúl y luminosidad de su interior, siguen siendo sus estandartes.

Al igual que la Spin Activ, el monovolumen de VW  utiliza el recurso de utilizar nuevo tapizados para todos los asientos. En nuestro caso estaban forrados de un símil cuero y en las butacas delanteras nos encontramos con el zorrito en los respaldos y unos bolsillos en los laterales. Al basarse en la Highline, su equipamiento es realmente destacable. Así, dispone de la central multimedia con pantalla touch, que ofrece navegador satelital (opcional) y la tecnología Volkswagen App Connect, que trabaja con los sistemas Mirror Link, Apple Car Play y Android Auto, que posibilitan acceder a funciones del celular desde la pantalla del auto y viceversa.

El gran espacio de la Spin, sigue siendo un de sus puntos más fuertes, como también así su gran capacidad de baúl (710 litros que pueden convertirse en 1.840 si se rebaten las plazas traseras). Lo que perdió está versión fue la opción de tres filas de asientos, algo que está presente en la Spin convencional. Una lástima, ya que dejó de lado uno de los posibles argumentos para que las familias numerosas lo elijan por sobre los competidores.

El espacio para que viajen cinco ocupantes en la Suran Cross es muy bueno, pero no supera al de la Spin Activ. Su baúl con capacidad para 430 litros que puede crecer hasta los 1.580 litros rebatiendo las plazas traseras también es para destacar, pero parece chico cuando se lo compara con el monovolumen de Chevrolet. Donde aventaja la Suran Cross, es en la mejor calidad de materiales utilizados puertas adentro. La presencia de techo corredizo y de soluciones como el control de crucero, volante multifunción en cuero, el control de estabilidad, control de tracción y asistencia al arranque en pendiente, terminan por inclinar la balanza a favor de la Suran, cuando de mayor confort y equipamiento se busca puertas adentro.

Si bien no hay novedades debajo del capot de la Spin, ya que mantiene el 1.8 Ecotec de 8 válvulas de 105 CV. Esta versión cuenta con un mayor despeje (1,5 cm) frente al Spin a secas. Otro recurso que alimenta su costado off road, son sus neumáticos de uso mixto. Es decir, con un dibujo que proporciona mejor tracción en caminos de tierra. Se trata de cubiertas Pirelli Scorpion ATR en medida 205/60 R15.

Su caja automática de 6 marchas, es un tanto lenta (por patinamientos) y tiene cambios largos, por lo que hay que jugar un poco con el acelerador para obligarla a ser algo más rápida y ágil o, directamente, usar la opción secuencial manual (mediante un gatillo o switch en la selectora). A favor, es clara la comodidad de no tener que realizar constantes cambios de marcha, algo para agradecer cada vez más en el caótico tránsito de las principales ciudades argentinas.

A diferencia de la Spin Activ, esta versión aventurera de la Suran, se equipa con el ya conocido motor naftero, cuatro cilindros en línea, 1.6 litros (1.598 cc) y 16 válvulas. Este propulsor entrega una potencia de 110 caballos a unas 5.800 revoluciones, en tanto que su torque máximo, es decir su potencia, la entrega en las 4.000 revoluciones. Esta edición, también recurrió al recurso de presentar un despeje más elevado del suelo, aunque no recurre a neumáticos de uso mixto (neumáticos Fate Sentiva en medida 195/55 R15). La caja que se ofrece en esta versión es manual de 6 marchas, sin opción de caja automática.

Por su gran tamaño, el Spin es el familiar por excelencia del segmento. El buen espacio en las plazas traseras y su gigantesco baúl son argumentos más que validos para aquel que busca un auto cómodo. Nos encontramos realmente cómodos en su butaca, con una visual inmejorable del camino. Pese a ser un vehículo largo, no es difícil de maniobrar y a ello colabora su precisa dirección hidráulica. Su buen despeje del suelo y sus neumáticos mixtos, ayudan a olvidarse de las calles en mal estado y pasar con cuidado por los lomos de burro.

Por caminos sin pavimento, nos gustó el hecho de que no ingresó polvo adentro. En ruta, esta gran carrocería suele inclinarse un poco en curvas pronunciadas, pero nada grave. Ya que mencionamos la velocidad y si bien no es auto con el que se puede pretender acción al pisar su acelerador, encontramos un motor un tanto veterano que exige ser llevado a altas revoluciones para tener reacción. Esto influye en su ruido (se torna gritón pasando los 110 km) y sobre todo en su consumo, (a 130 km/h casi 11 litros cada 100 km y en ciudad se dispara a casi 13 litros cada 100 km).

El monovolumen de VW tiene una de las direcciones más suaves del segmento (es eléctrica mientras que la de la Spin es hidráulica), lo cual es un placer moverse por ciudad con este ejemplar. Su posición de manejo es elevada, aún con la butaca rebajada al máximo, con lo cual un conductor de talla alta, puede rozar su cabeza contra el techo. El tacto de su volante (igual al del Golf VII), es impecable y se regula tanto en altura como en profundidad. Los pasajeros de atrás, pueden viajar cómodos siempre y cuando en el medio viaje un niño. Las mesitas tipo avión rebatibles, son muy útiles para apoyar bazos o cuando los más pequeños quieran dibujar o apoyar la tablet. El desempeño de su motor, es el gran fundamento de compra de este modelo que se acopla a una caja manual de 6 marchas que permite provechar al máximo las prestaciones del mismo. Es un motor ágil, cuyo consumo viajando a 130 km/h en 6ª marcha, es de 7,8 litros/100 km, mientras que en ámbito urbano, promedió 9,6 litros/100 km.

Ficha técnica Modelo: Chevrolet Spin Activ Fabricado: en Brasil Garantía: 2 años o 100 mil kilómetros Motor: nafteros 1.8 litros de 8 válvulas y 105 CV Caja: Automática Medidas: Largo: 4.424 mm. Ancho: 1.735 mm. Alto: 1.672 mm. Distancia entre ejes: 2.620 mm Capacidad de baúl: 710 litros. Precio: Desde $328.900 (Activ Manual) hasta $346.900 (Activ AT)

· Gran espacio interior · Capacidad de baúl · Confort de marcha

· Faltantes de seguridad (Control de estabilidad, de tracción, ganchos Isofix). · No ofrece tercera fila de asientos en esa versión · Tiene pantalla, pero no ofrece GPS

Ficha técnica Modelo: Volkswagen Suran Cross Fabricado en: Argentina, Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros. Motor: 1 naftero 1.6 de 16 válvulas de 110 CV. Cajas Manual de 6 marchas Medidas: Largo: 4.204 mm. Ancho: 1.660 mm. Alto: 1.585 mm. Distancia entre ejes: 2.467 mm. Capacidad de baúl: 430 litros/hasta 1.580 litros Precio: $ 330.782

· Respuesta del motor · Precisión de su dirección eléctrica · Habitabilidad y baúl

· No ofrece ganchos Isofix · Quinto cinturón de solo 2 puntos · Para tener GPS, hay que pagar un plus