Probamos al gran SUV para siete pasajeros de diseño atractivo de la marca francesa. Interior cuidado en calidades, exquisito diseño y equipamiento, algunos de sus puntos claves.  

Peugeot fue una de las marcas pioneras en lo que a modelos para siete ocupantes se trata. Muchos nostálgicos recordaron a la versión rural de 3 filas de asientos del Peugeot 505. Ya más en la actualidad, fue el 5008 el modelo que supo saciar la necesidad de trasladar a más de 5 pasajeros. Sin embargo, hace 4 años atrás el modelo recibió un cambio rotundo, pues abandonaría su formato de mono volumen para adoptar una carrocería de SUV. 

Comparte desde entonces plataforma, mecánica y numerosos componentes con la 3008, su variante de 5 pasajeros, la cual también proviene de Francia. El pasado mes de junio la marca del león presentó un importante rediseño de ambos modelos con cambios sustanciales. Motriz estuvo a bordo del león más grande de la manada, el 5008 y estas fueron nuestras impresiones de manejo. 

Más felino que nunca 

El punto de quiebre a nivel estético del 5008 fue a fines del 2017. Sin embargo, este reciente rediseño ha logrado que este familiar se destaque y llame la atención por su nueva expresión más felina. Todo pasa por su nuevo frontal que sumó los colmillos que ofician de luces diurnas estrenados con el 208. La parrilla es toda una rareza, pues adoptó un entramado que le da una sensación 3D sin serlo realmente. En el resto de la carrocería los cambios son más sutiles. Se destacan las nuevas ópticas traseras full led (tipo garras 3D) y las llantas de 18″ diamantadas. 

Se codea con los Premium 

Peugeot no es una marca Premium pero tiene varios modelos que se codean con los muchos de alta gama y eso es una sensación percibida cuando uno ingresa al interior de ellos. El 5008, es uno de estos casos en donde el glamour, las buenas terminaciones y las soluciones tecnológicas abundar por doquier. 

Frente al volante aparece el conocido diseño i-Cockpit (tablero alto, volante pequeño y bajo, consola envolvente), que ofrece un instrumental full digital de 12″ más la pantalla multimedia de 10″. La posición de manejo es una delicia, aunque hay que hacer la salvedad que la butaca no tiene regulación eléctrica). Por donde se mire y por donde se toque, todo es de excelente calidad. Hay presencia de cuero con costuras a la vista, apliques de tela en la consola central, plásticos blandos y teclas de aluminio que simulan el teclado de un piano. 

¡Suban todos! 

El desafío de poder trasladar a siete personas cómodas es grande, no solo desde el punto de vista de espacio y comodidad sino también de la seguridad. El espacio en la segunda fila es como la mayoría de los SUVs, incluso con el adicional que son butacas individuales que se ve favorecidas por la iluminación que ingresa del techo panorámico (es rebatible el primer sector).  

Los que quieran ubicarse en las dos butacas adicionales de la tercera fila (en caso de no usarse van ocultas en el piso del baúl) viajaran apretados, salvo que sean niños. En este caso el baúl “desaparece” y quedan tan solo 167 litros disponibles. En caso de no utilizar la tercera fila, el espacio de carga crece casi hasta los 1000 litros. Una crítica: el acceso a tercera fila no es nada fácil y dicho sector no ofrece ganchos Isofix para las sillas de los niños. 

 Un león gasolero 

En el nuevo 5008, la única motorización disponible (antes también se ofrecía la turbo naftera 1.6 THP de 165 CV) es la conocida 2.0 HDi de 150 CV. Un motor con un gran torque (370 Nm) que ahora se asocia a una caja automática de 8 marchas (antes de 6). Todo esto se transmite en una gran autonomía (el tanque es de 53 litros) que puede llegar hasta los 900 kilómetros. El otro dato a favor de este conjunto es el bajo consumo, donde en ruta se luce: 5 litros en promedio cada 100 km y en ciudad unos 7,5 litros. 

En marcha 

No hubo persona que después de haber curioseado al 5008 por dentro haya dicho “¡Que lindo para viajar! En realidad dijeron otra frase (¡Que lindo para irse a la m….!). Esta invitación y deseo de hacer muchos kilómetros con el 5008 es algo que se desprende de sus dimensiones y espacios extra. Pero la realidad es que hoy el 5008 es una opción que muchos buscan, por más que las butacas extras no sean necesarias. Se prioriza entonces ese plus de espacio de carga para llevar amigos de los hijos (el famoso pool para el cole) y simplemente para aprovechar el enorme espacio de carga del baúl, en caso de no desplegar la tercera fila de asiento. 

Lo que no acompañaría el plan de viaje es que el 5008 no ofrezca rueda de auxilio. Solo un kit repara pinchazos que de nada serviría en caso de que la rueda se haya tajeado en uno de sus francos. Cosa que no es difícil de hacer, pues los neumáticos son de 18”  y de perfil bajo. 

En lo que se refiere al comportamiento, no es 7 plazas de exageradas proporciones con el cual resulta difícil moverse por calles congestionadas. Su dirección lo hace realmente muy maniobrable. Tiene un muy despeje del suelo, por lo que se encuentra exento de posibles roces contra lomas de burro o badenes. No ofrece doble tracción, pero si el Grip Control, un sistema que puede “ayudar” la capacidad de tracción sobre fuera del pavimento.  

Ficha Técnica 

• Modelos: Peugeot 5008 Allure Plus 
• Origen: Francia 
• Motor: 2.0 turbo diésel de 150 CV y 370 Nm 
• Caja: automática con convertidor de par de 8 marchas  
• Dimensiones: largo 4.641 mm/ancho 2.098 mm/alto 1.646 mm/ distancia entre ejes 2.840 mm 
• Precio: $ 6.037.000 5008 Allure Plus HDI Tiptronic 

Dueño de un diseño llamativo, muy buen equipamiento y un comportamiento ágil y divertido, esta variante GT del hatchback chico de Peugeot propone una experiencia de manejo diferente.  

El actual Peugeot 208 -se produce en Argentina- ha quedado de por si como uno de los hatchbacks más atractivos del segmento. Su buena recepción se plasma en las ventas que viene consiguiendo mes a mes: en agosto ocupó el cuarto puesto en el ranking de los más vendidos con 978 unidades. Sin embargo, la llegada del 208 GT -su primero europeo de corte más deportivo- generó un gran revuelo por la propuesta estética que propone. Manejamos uno de los autos más llamativos del mercado, ideal para los que no les gusta pasar inadvertidos por la calle. 

Es difícil no seguir con la vista al 208 GT. Lo miran todos. Adultos, jóvenes y hasta los más pequeños nos dieron pulgar arriba. Esto deja a las claras que no hace falta ser entendido en el tema para percatarse que esta versión tiene algo especial.  

Es verdad que el tono amarillo con apliques en negro brillante (se ofrece también en rojo y blanco perlado) de la unidad de probamos ofició por si mismo como un señuelo. Sin embargo, a diferencia del 208 convencional cuenta con una parrilla que combina el negro con apliques metalizados, llantas de 17”, spoiler trasero, una barra oscura que atraviesa su baúl y difusor en el paragolpes trasero también oscuro, lo mismo que el techo acristalado. Cuenta también con la infaltable doble salida de escape cromada, un recurso que todo deportivo debe tener. 

Es bueno remarcar que esta versión no solo se remite a lo estético, pues el tratamiento interior, y aquí viene lo bueno, está también intervenido. El habitáculo del 208 nacional no es para nada malo, pero este GT lo supera ampliamente.

Es un placer a la vista y al tacto los materiales refinados que hay en la plancha de instrumentos, con insertos de materiales símil fibra de carbón. El cuero reviste su pequeño volante y se combina con tela en los asientos. Butacas que cuentan con una sujeción lateral digna de un deportivo de pura cepa.  

Es sutil y muy bien logrado la iluminación del interior, que cuenta con luces leds interior blancas y que suma una tira led verde ilumina sobre la consola central, la cual se extiende hasta las puertas. Esto, con el tablero 100% digital y la gran pantalla multimedia de 10” (en el 208 nacional es de 7”) genera un ambiente impecable de noche.  

Si bien las siglas GT (Gran Turismo) conllevan a pensar en deportivo de pura sangre, no es este el caso. Su motor es el 1.2 litros turbo naftero de 3 cilindros que desarrolla 130 CV, el cual se destaca por su elevado torque: 230 Nm. Una potencia que aparece apenas en las 1.700 vueltas. Esto, se traduce en una inmediata respuesta en bajas vueltas, lo que hace que el manejo sea realmente divertido, pero no deportivo. 

Su caja es automática de 6 marchas, la cual no tiene levas al volante. Esto es otro indicio que el 208 GT no tiene intenciones de ser una variante con temperamento deportivo. La buena noticia de este conjunto motor/caja, es que las relaciones largas de su sexta marcha (a 130 km/h viaja a 3.100 vueltas) lo convierten en un aliado al bolsillo en el tema consumo: en ruta, gastó apenas 6 litros promedio, viajando entre 100 y 130 km/h. En ciudad, precisó 9.5 litros cada 100 km.  

¿Cómo va? 

Su comportamiento dinámico es impecable. Si hay una palabra que resume su carácter es: ágil. Su dirección es rápida y sus reacciones instantáneas. Sumado a su comprimido tamaño, lo convierten en un especialista en el arte de escabullirse por las calles congestionadas. El sistema de suspensión es blando (otro indicio que no está pensado para participar de un Track Day, por ejemplo, algo que nos consultaron mucho) y sus ruedas de perfil bajo transmiten cierta dureza.

¿Conclusión? Se debe circular con un plus de cuidado en la mayoría de las calles, por el mal estado de estas. ¿Dónde se luce el 208 GT? En ruta sobre asfalto en buenas condiciones. Allí es donde este león parece flotar. Si se activa el modo Sport, con el que el cuentavueltas escala sin cuplas y en la cabina se escucha un grueso rugir (es un sonido artificial que reproducen los parlantes), la sensación de manejo es sencillamente espectacular. 

Ficha Técnica 

• Modelo: Peugeot 208 
• Origen: Eslovaquia 
• Motor: 1.2 litros turbo naftero de 3 cilindros de 130 cv y 118 Nm 
• Caja: Automática TipTronic de 6 velocidades 
• Dimensiones: largo 4.055 mm, ancho 1.960 mm, alto 1.453 mm 
• Distancia entre ejes: 2.538 mm 
• Capacidad de baúl: 311 litros 
• Precios: $ 4.462.545