40 años de la coupé Fuego: Traverso y Berta, juntos en el festejo

En el marco de 40 aniversario del inicio de producción de la coupé Fuego, los emblemáticos Juan María Traverso y Oreste Berta visitaron la planta de Santa Isabel. Te contamos lo más trascendente de este encuentro histórico.

Si de autos emblemáticos que se fabricaron en nuestro país se trata, la coupé Renault Fuego tiene, sin lugar a dudas, su puesto bien ganado. Un modelo disruptivo que supo cautivar por su particular silueta y que con el paso del tiempo, no tardó en convertirse en un anhelo para todos los amantes de los fierros.

Hoy, 25 de julio, se conmemora los cuarenta años del inicio de producción del “Fuego” y Renault Argentina, no quiso que dicho acontecimiento pasara desapercibido. Para ello, convocó en la planta de Santa Isabel, la fábrica que alguna vez los vio salir, a un puñado de periodistas especializados, ex empleados que formaron parte de la producción de la coupé, y a miembros del club de Renault Fuego, el cual actualmente aglutina a unos seis mil ejemplares y que para esta especial ocasión, seleccionaron a diferentes ejemplares, en los cuales se pudo apreciar claramente la evolución de la coupé, a través de sus diferentes generaciones.

Previo a dicho evento, sabía “off the record” que la marca tenía planeado juntar a dos personas que fueron claves para que la coupé Fuego trascendiera en el tiempo: el “Flaco” Juan María Traverso, el ex piloto de Ramallo quien ganó innumerables campeonatos del TC 2000 (1986, 1988, 1990, 1991, 1992 y 1995) a bordo del Fuego y al “Mago” Oreste Berta, el preparador oficial de dicho modelo.

La idea de juntar a estos dos “pedazos” de historia vivientes del automovilismo, era difícil, pues se sabe que a Oreste Berta, nunca le gustaron los eventos multitudinarios; mientras que por su parte, el “Flaco” Traverso, es actualmente el asesor deportivo de Gazoo Racing, la división de Competición de Toyota Argentina, junto a otra figura mítica, como lo es el ex piloto de rally, el “satanás” Gabriel Raies.

Hasta último momento, la presencia del “magoOreste Berta no podía ser confirmada, pues no había certeza que ello sucediera. “Hablamos mucho con “Orestito” (Oreste Berta hijo), explicándoles que iba a ser un evento súper íntimo y que no íbamos a hacer mucha exposición con los medios”, comentó Lucia Plopler, gerente de comunicaciones del grupo Renault.

La confirmación llegaría y el momento histórico del encuentro entre Traverso y Berta se produciría en una charla que fue guiada por un emocionado Raúl Barceló, uno de los periodistas que formó parte de la época dorada del automovilismo nacional y que a continuación, tengo el agrado de compartirla en este informe.

¿Cuándo fue la última vez que se vieron?
Juan María Traverso (JMT): Hace mucho. La última vez que nos vimos teníamos el pelo de otro color.
Oreste Berta (OB): Me llena de felicidad estar aquí. No lo veo a Juan hace un par de años.

¿Cómo era la relación entre ustedes dentro del equipo?

JMT: Era una época donde el piloto y el director de equipo no solían tener relación, había que haber un intermediario. Nosotros teníamos mucha diferencia de personalidades. A pesar de nuestra mala relación, teníamos admiración entre ambos. Yo vengo diciendo hace rato, tendríamos que tener un equipo de Fórmula 1 que se llame Berta.

¿Que no te gustaba de Oreste?
JMT: Es difícil de explicarlo, su personalidad era difícil y decirle a él que algo que no iba en el auto, era muy difícil. El solía decir: “este maneja de una manera que no aprovecha el desarrollo que hice” (risas). En definitiva, fuimos avanzando a través del tiempo y nunca se mezcló lo que pasaba en la pista, luego en la relación personal. Yo le tenía mucha admiración.

Oreste, ¿cómo era Traverso como piloto de prueba?

OB: Era más o menos (risas) No se fijaba mucho en la diferencia de los autos. Por eso yo lo ponía al “Pejerrey” Belloso (Luis Belloso fue sub campeón del TC 2000 con el Coupé Fuego, detrás de Juan María Traverso) a hacer las pruebas. A él le pedía que se fijara en donde se perdía tiempo y como mejorarlo. Lo usaba para probar todos los autos, entre ellos el auto de Juan. El auto va bárbaro, va bárbaro, decía el “Flaco” y eso no nos servía (risas).

¿Qué opinas al respeto “Flaco”?
JMT: El piloto de prueba si es bueno probando, es lento. El piloto no tiene que modificar el estilo de manejo cuando está probando. Él tiene que manejar siempre igual. Yo fui enemigo de probar autos, pues me transformaba en lento. Yo me subía y manejaba lo más rápido como podía.
OB: Perdón que me meta. Hay pilotos que se adaptan al auto y otros que no. Hay autos que le caen bien a un piloto y otros que no le caen mal. Yo valoraba al los pilotos que cambian la manera de manejar para adaptarse al auto. Otros pilotos no se adaptaban. Eso fue un caso del “Lole” (Carlos Reutemann). “Lole” cuando un auto le caía bien, era el más rápido del mundo. Pero cuando no, se ponía mal. Tenía muchos altibajos.

Ya que mencionaste a Reutemann, por qué no contás la anécdota de la carrera del Desafío de Los Valientes.

JMT: Año 88, se hace Desafío de los Valientes, en Carlos Paz. Se corría entre dos, por tiempo. “Lole” y yo no teníamos mucha relación. Él se enojó conmigo una vez Europa cuando estaba probando en el circuito de Silverstone en el año 79. El “Lole” cuando hablaba, cada cinco palabras decía “es difícil”. El me pregunta en ese entonces: ¿probaste ya el circuito? Y yo le dije sí! Es una pavada. Se enojó y se fue (risas).

¿Y qué pasó en la carrera de Carlos Paz entonces?
JMT: Cuando fuimos al Desafío de Los Valientes lo cruzo a” Lole” y no me saludó. Seguía enojado. Largamos en la misma grilla y me toca eliminarlo. Antes de ello, le había preguntado: ¿trajiste la valija? El me responde: ¿por? Y yo le digo, porque dentro de un ratito te vas a Santa Fe. Después me perdonó y terminamos muy amigos.

Los ocho años de gloria de la “Fuego” tiene muchos recuerdos, pero la carrera que ganaste el 3 de abril del 88, en General Roca con el auto en llamas pasó a la historia.
Traverso: Corrí casi 800 carreras en mi vida. En esa se dieron una cantidad de cosas. El auto sufrió una pérdida de aceite. Yo desde adentro veía a través de los agujeros del piso (el piso suele tener agujeros) que había algo de fuego, pero no me preocupaba. De última, si salía mal  paraba y se quemaba el auto, no pasaba nada. Al otro día cuando vi la carrera por VHS, tomé magnitud del fuego que se había generado. Silvio Oltra no te pudo pasar, aún vos andando con el auto incendiadoTraverso: Oltra no me pasa porque pensaba que yo iba a parar y cuando se dio cuenta que no paraba ya era tarde.

¿Viste esa carrera Oreste?
OB: No fui a esa carrera. Cuando la ví en videos me emocionó. Un piloto normal hubiese visto humo y se bajaba.Juan, parecía que cuando tenías algún problema siempre te la arreglabas para llegar.
JMT: Tuve la suerte de estar en un mundo del automovilismo que yo copie. Yo, por ejemplo, le copiaba a Luis Gradassi. Él decía que, mientras el auto ande vos anda, aún si el auto se rompía o se iba afuera. Yo siempre hice eso y me fue bien.

Juan, en esa época ¿Cuál fue el rival que más te costó?
JMT: Rivales en todas las épocas tuve. Con el “viejo” Di Palma, nos cruzábamos alternadamente en algunas categorías. Fue Luis mi rival de todos los tiempos. También puedo mencionar a Ernesto “Tito” Bessone. Toda la época de la “Fuego” Bessone y el “Yoyo” Maldonado eran rivales permanentes. Hoy estamos bien, somos más amigos ahora que antes.

¿Y con “Cocho” López?
JMT: A “Cocho” López hasta el día de hoy, no le funciona (risas)

¿Cuál fue la clave para ganar tantos campeonatos con la “Fuego”?

OB: No hubiésemos ganado todos los campeonatos si manejaba yo solo el equipo. El Ingeniero Bodgan Markiewicz, fue clave para ello. Siempre conté todo y pasaba conocimiento a los demás. Bodgan me decía: “yo voy a decir cuando se usan las ideas tuyas.” Yo experimentaba cosas, lo llamaba y le comentaba. El guardaba la información y las empezaba a aplicar cuando los rivales nos empezaban a alcanzar. Además los tenía bastante cortito a los pilotos, incluso al “Flaco” (risas).

Oreste ¿Que tenía la “Fuego” desde el punto de vista técnico?

OB: Recuerdo que se decía que los autos de tracción delantera no podían ganar una carrera. Me puse a tratar de entender el problema, e hicimos modificaciones que nunca se habían hecho en el mundo. Le agregamos una dirección en el tren trasero. También modificamos la suspensión para que ayudara a doblar. Fuimos los primeros en el mundo en hacer algo así.

El “Flaco” ganaba, pero también rompía ruedas y varias cosas del auto, pero siempre llegaba. ¿Ustedes hacían un trabajo particular para que sea irrompible?
No, hacíamos el auto igual para todo el equipo.

¿Algunas de las soluciones que probaban en el auto de carrera, las trasladaron al Renault Fuego de calle?
OB: Si, probábamos aerodinámicamente cositas que habíamos implementado en la coupé del “Flaco”. De hecho,  cuando se hizo la Fuego GTA, ésta estrenó cosas que las hicimos nosotros. Puedo decir que he visto que la única empresa en que trabajé y que volcó lo que se hizo en el mundo de la competición a la calle, fue Renault. De la competición se puede aprender muchas cosas.

Berta, ¿qué opinas del automovilismo deportivo hoy? ¿La evolución tecnológica no está exageradamente inserta en el auto?
OB: El mundo fue para ese lado. Evidentemente antes era el piloto y nada más. El piloto no tenía información, él tenía que saber y sacar datos al auto. Hoy, desde boxes le dicen que tiene que hacer.

“Flaco”, ¿vos que opinas al respecto?
JMT: Yo hablo de la tecnología buena y la mala. La buena, por ejemplo, es aquella que tiene que ver con la seguridad. La mala es muy mala. Antes el piloto tenía un lugar en el equipo, hoy los ingenieros tiene más protagonismo. Ojo, no estoy en contra del ingeniero, pero creo que hay que mantener el origen del deporte. Por algo, el automovilismo va cayendo producto de esto.

Por último, Oreste: ¿qué opinas de Traverso?
OB: Que fue un gran piloto. Aunque nuestra relación era muy tirante yo lo aprecio muchísimo.

“Flaco”, ¿qué piensas de Oreste?
JMT: Fue el mejor mecánico que tuve en mi vida (risas)

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Fiat revela nuevos detalles del SUV Fastback

Es un nuevo modelo que se sumará al mercado un escalón por encima del Fiat Pulse, y con el detalle de tener su silueta de SUV coupé

Fiat sigue revelando detalles del Fastback, un SUV que llegará al país para competir en uno de los segmentos que más crece del mercado. La nueva imagen exhibe su diseño coupé, una tendencia en este segmento que conjuga sobriedad con deportividad.

En cuanto a su exterior, el SUV se destaca por su diseño, con una silueta alargada, un capó más prominente y una parte trasera elevada cerca del baúl, además del conjunto óptico que invade los laterales con un llamativo diseño.

Con estas dimensiones se estima que tendrá 4,36 metros de largo y 1,72 de ancho, con una distancia entre ejes superior a la del Fiat Cronos (2,52 metros). Las llantas serán de aleación, de 17 pulgadas y con neumáticos 205/65 R17.

Fiat Fastback: los detalles

Bautizado internamente como Proyecto 376, las versiones de entrada de gama del nuevo SUV ofrecerían el motor naftero 1.0 litros de 120 cv de potencia ya visto en el Pulse. En este caso la caja sería automática CVT. También podrían existir versiones con el naftero 1.3 litros turbo de 175 cv de potencia que hizo su debut en la nueva Fiat Toro.

Es una motorización novedosa, perteneciente a la familia GSE, que promete un mejor rendimiento en relación con los actuales impulsores nafteros que utilizan los autos de la marca italiana. 

La gama ofrecería únicamente versiones automáticas y con tracción simple, tal como sucede con sus competidores.

El interior del Fiat Fastback

Mientras que por fuera por el momento solo se lo la silueta, ya aparecieron las primeras imágenes espías del interior, donde se desprende que tendrá reconocimiento con arranque por botón y materiales de mejor calidad.

El rival del Fastback sería el Volkswagen Nivus, que se puede considerar una versión “SUV Coupé” del T-Cross, aunque el de Fiat sería unos centímetros más grande.

Mientras se espera este modelo, Fiat sigue posicionande el Pulse, un SUV chico que en pocos meses se convirtió en el más vendido de su categoría y sigue creciendo de forma constante. Además, es uno de los más económicos en un mercado donde cualquier modelo supera ya los 4 millones de pesos.

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Motriz (C) 2013