Murió el creador del mítico Peugeot 205

Gérard Welter es un ícono en la marca del León. Inventó el auto más vendido en la historia de la francesa que todavía tiene sucesor, el 208, y creó las ópticas de otro suceso de la automotriz, como el 504. Una vida que es leyenda

La historia de Peugeot tiene varios matices. Muchos momentos de gloria y otros de crisis, pero hay cosas que nunca cambiaron ni perdieron fuerza: la mirada felina. Esas ópticas rasgadas que se parecen a los ojos más cautivadores del mundo no tienen igual, y son sin duda su talón de Aquiles para seguir ganando adeptos. Pero esa mirada tiene un origen, y quien logró el diseño más contundente y luego la recreó en varios modelos fue Gérard Welter, un profesional que tan solo con 18 años entró a trabajar en la marca y una de sus primeras tareas fue diseñar las ópticas delanteras del 504, una tremenda responsabilidad para tan joven principiante. Fueron los ojos de Sophia Loren los que se convirtieron en su fuente de inspiración, según sus propias palabras, y de ahí el camino hacia la fama y la leyenda, con la creación del mítico 205 que pasó a la eternidad y aún tiene sucesor en el 208.  Fue el gran salto de la francesa, que hoy está entristecida por el fallecimiento de Welter. Desde sus inicios hasta hoy Welter llegó al Departamento de Diseño de Peugeot en 1960, las cosas habían cambiado muy poco desde los orígenes del automóvil. Los diseños se plasmaban en maquetas realizadas en madera, muy difícil de retocar y corregir. Los proyectos se eternizaban. Con su recién logrado diploma de estucador debajo del brazo, Welter supo hacer ver las ventajas de la arcilla y el polietileno a la hora de trabajar rápidamente en algo tan dinámico y tan sujeto a cambios como el estilo de un futuro automóvil. Este afán por innovar y su excepcional talento para el dibujo no pasaron inadvertidos para el entonces Director de Diseño de Peugeot, Paul Bouvot, que empezó a encargarle el estilo de diversos elementos de los nuevos de la marca, como los faros traseros del Peugeot 404. Pronto, se hizo cargo de elementos de más enjundia, como los famosos faros delanteros del Peugeot 504, inspirados, según sus propias palabras, en los ojos de la actriz italiana Sophia Loren. Una mirada felina que se hizo sinónimo de Peugeot durante décadas. En 1975, se hizo cargo del Departamento de Estilo Exterior de Peugeot. Como responsable del diseño de la línea, sus proyectos debían competir con los de Pininfarina que, desde los años 60, firmó varios de los modelos más destacados del León. Sin embargo, a finales de los 70 la situación económica de Peugeot era complicada, tras el impacto de la crisis del petróleo y la adquisición de Citroën y de Chrysler Europe para formar Groupe PSA. Hacía falta un cambio  que lograra un importante éxito de ventas y que rejuveneciera la imagen de Peugeot, hasta entonces especializada en berlinas de gama media alta. Una fama de marca tradicional con la que se había ganado el sobrenombre de “El Coche del Notario” en Francia. Con la puesta en marcha del proyecto M24 en 1977, Gérard Welter y su equipo de diseñadores estaban decididos a plantar batalla tanto a la imagen conservadora de Peugeot como a las preferencias de la Dirección de la Marca por las propuestas llegadas desde el estudio turinés de Pininfarina. Partiendo de la base angulosa del Peugeot 104, Welter propuso una auténtica revolución estilística, con un diseño redondeado, sin aristas y líneas dinámicas para un automóvil compacto con una amplia superficie acristalada que le daba un aire ligero y simpático. Había nacido el Peugeot 205. Lo demás, ya es leyenda. La apuesta por el 205 fue un éxito. Llegó a ser el Peugeot más vendido de la historia, con 5.278.300 unidades fabricadas entre 1982 y 1998, además de conquistar un nuevo mercado para la marca y crear una auténtica saga de éxitos en este segmento, con el 206, récord de ventas del León, el 207 y el actual  208. El diseño moderno y sencillo del Peugeot 205 se mantuvo prácticamente invariable durante sus 15 años de exitosa vida comercial. Muchos de sus elementos forman parte del “estilo Peugeot”, como la moldura que une los dos faros traseros, presente en los últimos lanzamientos de la marca, como los SUV 3008 y 5008 y el sedán  508. Welter supo expresar en el Peugeot 205 su gran amor por la competición. Diseñador y jefe de una escudería de vehículos para carreras de resistencia desde 1969, con un récord de velocidad en las 24 Horas de Le Mans aún vigente, el estilo del 205 se prestó perfectamente a interpretaciones deportivas que han creado escuela en la Marca.

De atrás, las ópticas aportan gran presencia al 5008. 

Si el Peugeot 205 GTi logró convertirse en un vehículo mítico, con los 208 GTi y 308 GTi como versiones más actuales de este concepto, el Peugeot 205 T16 fue el gran precursor de los éxitos deportivos de la marca lejos del confort del asfalto, con dos victorias en el Dakar y otros dos triunfos en el Campeonato del Mundo de Rallies. Una estela que ha tenido su éxito más reciente en la victoria de Carlos Sainz a bordo del Peugeot 3008 Maxi. Entre 1998 y 2007 Gérard Welter dirigió el Centro de Diseño Peugeot. Una etapa en la que la marca profundizó en su estética más deportiva, como demuestran los últimos modelos de etapa, los Peugeot 407 y RCZ, y, sobre todo, concept-cars tan espectaculares como los Féline, 907, Asphalte, Oxia o Proxima. Vehículos que, como su autor, han dejado un sello indeleble e inconfundible en la historia del León.  

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