BYD comenzará a fabricar buses eléctricos en 2019 y no descarta sumar otros modelos

En diálogo con Motriz, Issac Atties, vocero de CTS -filial local de la automotriz china-, confirmó los planes de la marca en el país, elegido como base productiva y base exportadora a la región.

El bus eléctrico de 12 metros que fabrica BYD, el primero que se producirá en la Argentina

La automotriz china BYD, el fabricante de  eléctricos más grande del mundo, se convirtió desde ayer en nueva terminal automotriz argentina. La autorización la recibió por medio de un decreto del Ejecutivo Nacional, a partir del cual se comprometió a invertir u$s100 millones para poner en marcha la planta en 2019. La compañía, que cuenta con capitales de Warren Buffet y Samsung, entre otras grandes empresas, operará en el país a través de la filial CTS Auto, y en una primera etapa se dedicará a la fabricación de buses eléctricos, con capacidad para 300 unidades. Se trata de una versión de 12 metros de largo con una batería que permite 300 kilómetros de autonomía, es ideal para el transporte público. Con el tiempo, la idea de la marca es ir sumando más versiones, entre ellas buses partidos para el Metrobus y también unidades más cortas para otro tipo de transporte de pasajeros más acotado. La empresa buscaba desembarcar en el país desde hace cinco años, cuando  firmó un memorándum de entendimiento con el anterior Gobierno. La propuesta  incluye convertir a la Argentina en base productiva y base exportadora a toda la región ya que si bien poseen una fábrica en Brasil, podrían operar de modo complementario. En cuanto a la integración de partes locales que tendrán los buses, Atties explicó que en una primera etapa, los motores y batería serán importados, pero con el tiempo irán trabajando para lograr un mayor  porcentaje de integración local de piezas, teniendo en cuenta que en la Argentina hay gran cantidad de proveedores para la fabricación de este tipo de unidades. También de acuerdo a la evolución de la marca en el país, estudiarán importar otros modelos o producirlos en el mercado local, a fin de abrir el abanico de propuestas más ecológicas y teniendo en cuenta la experiencia que tienen en la materia como los principales fabricantes del mundo. La iniciativa de BYD llega en un momento clave, ya que el Gobierno acaba de reducir los impuestos a los vehículos eléctricos, híbridos o a hidrógeno, con una baja del 35% al 2 o 5%, según el sistema de propulsión.

Motriz (C) 2013