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Toyota GR2 Sport: Cuerpo de pick up, corazón de deportivo

La segunda generación de la versión más deportiva de la pick up japonesa, sumó una variante naftera de 238 CV a su ya conocida motorización diésel de 177 CV. La probamos y te contamos nuestras sensaciones al volante.


Gazoo Racing es la división de competición de Toyota, que ahora también interviene modelos de calle para que luzcan y se comporten de un modo más deportivo.

En nuestro país, el modelo más emblemático y más comercializado por Toyota es la pick up Hilux. De allí que, la filial argentina de la marca japonesa, encabezada por su propio presidente Daniel Herrero, gestionó para que la camioneta tenga su versión más “Racing”, intervenida, por supuesto, por Gazoo Racing.


Lo consiguieron, y el debut de esta serie especial de la pick up de Toyota fue a principios del año pasado. Se denominó Hilux GR Sport y se distinguía rápidamente por su tratamiento estético: trazos rojos, negros y blancos – un tanto estridentes- en sus laterales, sobre sus tres posibles colores base (blanco perlado, rojo o negro). Lo otro que saltaba rápidamente a la vista, era su nueva parrilla, con el nombre Toyota en grande y no mucho más.

Pero no se diferenciaba desde su planta motriz. La seguía impulsando el motor turbo diésel 2.8 de 177 CV (uno de los menos potentes del segmento) que equipa a las actuales Hliux más “full”. Entonces, lo de deportivo ¿Era solo “facha”?.

La gran diferencia con respecto al resto de las otras versiones, se centró en las suspensiones, puesto que fueron reconfiguradas (mucho más robusta y duras) para un uso más intensivo en superficies off road.

La segunda edición de la Hilux intervenida por Gazoo Racing, la GR Sport 2, se lanzó en noviembre del año pasado (menos de un año de su primera generación), la cual evolucionó no solo su tratamiento estético -le retiraron los estridentes trazos de colores-, sino que todo el sistema de suspensiones fue recalibrado y, lo mejor de todo, sumó a la variante turbo diésel 2.8 litros, una motorización V6 naftera de 238 CV.

De travesía


La semana pasada, Toyota organizó una travesía llamada “Hilux Gazoo Racing Experience”, en Córdoba, por dos de los sectores más emblemáticos, cuando del Rally Mundial se trata: El Giulio César-Cóndor Copina y Ascochinga.

Ambos recorridos no fueron elegidos de manera caprichosa, ya que forman oficialmente parte de los circuitos homologados por Toyota Japón, los cuales fueron utilizados para poner prueba a la Hilux Gazoo Racing Sport.


Tampoco es casualidad que Córdoba y los tramos donde pasa el Rally hayan formado parte del circuito donde se puso a punto esta nueva Hilux GR2 y su anterior generación. El ex piloto de rally “Satanas” Raies, es miembro activo del equipo que trabajó y trabaja sobre esta edición deportiva.

El cordobés, junto a un equipo de ingenieros, le dedicaron meses de trabajo a la suspensión de esta edición deportiva de Hilux.


“De la Hilux estándar a la GR Sport I se hicieron amortiguadores, elásticos, espirales. A la GR Sport2 diésel, se le cambiaron los volares de los amortiguadores, pero se mantuvieron espirales y elásticos. Y a la GR Sport2 naftera, porque el motor se lo puso más atrás y es más liviano, se le hizo otro diagrama de suspensión que la hizo muy suave”, nos explicó Gabriel Raies.

Pero volvamos a la acción de Toyota por las sierras de Córdoba con las Hilux GR2. Alrededor de 6 unidades, 4 ocupantes por cada una, fueron provistas para emprender la aventura. El primer día por el Giulio César, y el segundo por los caminos menos trabados, pero más rápido de la localidad de Ascochinga.


Cuesta diferenciar a simple vista a la diésel de la naftera, salvo por el emblema “V6”, sobre el portón de la caja. Para ambas, los colores siguen siendo el negro, el blanco perlado con capot y techo negros y el rojo; y por suerte desaparecieron los trazos de color en sus laterales.

De su trompa, sigue siendo la parrilla con el emblema “Toyota” a lo grande y los faros 100% de leds, su sello distintivo. Los neumáticos, se reiteran de la generación anterior (Bridgestone Dueler A/T de 17”), pero esta vez las llantas ya no son negras mates, sino grises.


Con algo de insistencia, pero también colaboración de nuestros colegas, pudimos sentarnos al volante de la versión que está impulsada por el motor 4.0 litros, V6 naftero de 24 válvulas. El show y el despilfarro de potencia del cual tanto nos habían hablado de este V6 naftero, aparecen al instante.

Es mucho el poderío, sobrado diríamos de este naftero V6. Y eso, nos hace volver a buscar una posición de manejo no tan relajada, sino más elevada y cercana al volante, puesto que llevarla por caminos rápidos, no es tema para tomársela a la ligera. De hecho, en las primeras curvas, ya tuvimos el primer aviso. La cola derrapa, demasiado para nuestro gusto, sin esfuerzo. Por suerte, el Control de Estabilidad, la frena y acomoda.

Se siente liviana, y de momento no parece que vamos manejando una camioneta, sino un auto deportivo. Lo del peso, no estábamos tan errados, puesto que es más liviana que la naftera. Pero la realidad es que, lo que hace sentir como una pluma, es la relación peso-potencia: 2.000 kilos y 238 CV con un torque de 375 Nm en las 3.800 vueltas.


La poderío aparece apenas el cuenta vueltas sobre pasa las 1.500 vueltas y en menos de diez segundos, esta Hilux ya se posa sobre los 100 km/h. No tuvimos posibilidad de probar su máxima, pero según la marca es de 195 km/h, limitada electrónicamente.

En bajas revoluciones, la camioneta es una seda. Tiene un andar bastante más suave que la primera generación, la cual la sentíamos dura, y su motor V6 no es para nada bochinchero. Ruge con contundencia recién cuando el cuenta vuelta pisa las 4 mil vueltas.

La sexta marcha de su caja automática sirve justamente para lograr esta serenidad que destacamos y para que el consumo en ruta se ubique entre los 12 y 13 litros cada 100 km. El problema es cuando uno se engolosina con el acelerador o cuando hace off road, ya que ahí el consumo se dispara a los 20/21 litros cada 100 km. En tramos urbanos, ronda los 17/18 litros para recorrer 100 kilómetros.

Es un motor gastador, pero confiable, puesto que es el mismo que impulsa al SUV grande de Toyota, la Prado, aunque incluso en esta ofrece más caballos. El otro punto a favor, es que puede funcionar con nafta de 95 octanos, es decir Súper.


Esta versión deportiva del “auto” más vendido el año pasado y que este año se encamina en lograr el mismo merito, cuesta $3.250.100, mientras que una Hilux 2.4 TDI se posiciona en los $1.754.700, es decir, casi el doble.

El comprador de la Toyota GR 2

¿A qué público apunta entonces esta versión de Hilux?

A los fanáticos de la “chata” japonesa, que además de buscar distinguirse desde lo estético, son aquellos que piensan más en la pick up como un vehículo para el divertimento, recreación y poco para trabajarla. Aunque la capacidad de carga sea la misma que todas las demás Hilux.

El tema es ¿Quién se anima a cargar y meter al campo a un vehículo que supera los 3 millones de pesos? Lo racional indica que para ello, están las versiones más orientadas al trabajo.

Ficha Técnica


Modelo: Toyota Hilux GR-Sport V6
Se fabrica en: Argentina
Motor: naftero, V6, 4 válvulas por cilindro, sistema de distribución variable por cadena, 4 litros de 238 CV
Torque: 376 Nm a 3.800 rpm
Caja: Automática de 6 marchas con levs al volante
Tracción: En las cuatro ruedas, desconectable, con reductora, control electrónico y bloqueo de diferencial trasero.
Suspensión delantera: independiente, con doble brazo, resortes helicoidales, amortiguadores telescópicos monotubo y barra estabilizadora
Suspensión trasera: eje rígido con elásticos y amortiguadores monotubo Gazoo Racing.
Neumáticos: Bridgestone Dueler A/T 265/65R17 (rueda de auxilio del mismo tamaño y llanta)
Dimensiones: Largo / ancho / alto: 5.334 mm / 1.855 mm / 1.815 mm
Distancia entre ejes: 3.085 mm< >Capacidad de carga: 910 kilos
Capacidad de combustible: 80 litros
Precio: $3.250.100
#FFA500

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