La historia de Aseel Al-Hamad, la primera saudí al mando de un Fórmula 1 en su país

No es un hecho menor. Hace apenas unas semanas, las mujeres de Arabia Saudita lograron obtener su licencia oficial para conducir después de 60 años de prohibición. Hoy, una pilota que ya probó suerte en todo el mundo, lo puede hacer en su propia tierra

Mientras el #niunamenos retumba en todos los rincones de la Argentina, en otros lugares muy remotos los derechos de las mujeres están todavía muy retrasados, y Arabia Saudita es uno de los lugares donde se puede ver esta postergación. Recién en 2017, un decreto determinó que las mujeres podrían, después de 60 años de prohibición, sentarse frente a un volante y conducir como cualquier hombre. Sin embargo esa disposición recién podría hacerse efectiva en junio de 2018, lo cual acaba de ocurrir. Ese primer día del mes que está en curso fue inolvidable para tantas mujeres que luchan por la igualdad de derecho y dejó claro que “no afecta ningún valor”, como se sostenía hasta entonces, que el sexo femenino esté al volante de un vehículo sin “contraindicaciones”.
Ahora, el gran paso lo dio Aseel Al-Hamad, una pilota de Fórmula 1 que por primera vez logra recorrer un circuito de esta competencia en Arabia Saudí. Horas antes de que diera comienzo el Gran Premio de Francia, Aseel Al-Hamad dio una vuelta en un Lotus E20. El día en que las mujeres saudíes pueden por fin conducir sin ser castigadas, Al-Hamad tomó el volante del mismo F1 en el que Kimi Raikkonen ganó el Grand Prix de Abu Dabi en 2012. Esta piloto de carreras también ha celebrado en su país natal ça los mandos de un Jaguar F-Type con motivo del Día Mundial de la Conducción. “Es fácil olvidar y dar por hecho el placer de conducir y el privilegio de ponerse al volante de un automóvil”, dijo sonriente. Aseel Al-Hamad es la primera mujer miembro de la Federación de Motorsport de Arabia Saudita y se desempeña como representante en la Comisión de Mujeres en el Deporte para la FIA. Es además promotora de la educación y la capacitación de las mujeres en el mundo del Automovilismo en su país, donde aún no había podido conducir. Tras el permiso que se logró en un régimen totalmente cerrado, más de 120.000 mujeres han iniciado las gestiones para obtener su permiso, aunque el sistema ultraconservador aún no permite que sus ciudadanas tengan un trabajo remunerado, obtengan un pasaporte y viajen al extranjero, vayan a la universidad, abran una cuenta bancaria o se vistan con libertad sin el previo consentimiento de su padre, marido, hermano o tutor.

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