Pick ups: ¿Por qué elegir la Chevrolet S10?

Si estás en la disyuntiva de cuál de todas las pick up elegir, en este informe te contamos los pro y los contras de la nueva edición de la pick up de Chevolet.

Si bien la Toyota Hilux en enero volvió a ratificar su liderazgo en la categoría de las pick ups medianas, los productos de la competencia están más parejos que nunca. Y hoy decidimos abordar en detalles la nueva S10 de Chevrolet. Después de haberla conducido por más de una semana y tras recorrer más de 2.000 kilómetros, estos son los puntos más fuertes y los más débiles de la exponente del “moño”.

Pura experiencia La S-10 se vende en la Argentina desde 1995 y es junto a la Toyota Hilux y la Ford Ranger, una de las más experimentadas en el segmento. En Brasil, país donde se fabrica, fue la líder indiscutida durante décadas, pero en nuestro mercado su realidad siempre fue otra: nunca pudo subirse al podio de las tres más vendidas, por lo menos desde la llegada de Volkswagen Amarok, allá por el 2010. Gran responsable de esta situación fue la falta de actualizaciones a tiempo, cuando la competencia lo hacía. Esto la dejó desfasada y con un precio que no se despegaba del resto.

Al tono con el resto Tras el batacazo que dio Chevrolet con la decisión de empezar a fabricar el Cruze en nuestro país y con el contundente cambio que le aplicó en su diseño, la S-10 se vio beneficiada, al punto tal que adoptó muchos rasgos de este. Ello, la dejó a la pick up muy moderna, fresca y agresiva, no teniendo que mirar de reojo al resto de sus rivales. Su trompa, con una protuberante parrilla bi seccionada enmarcada en cromo, el logo grande al medio, las nuevas luces con leds y su paragolpes más abultado con las luces anti nieblas empotradas, le sentaron realmente muy bien. Las versiones más equipadas calzan ahora llantas de 18” (antes, de 17’’), mientras que la más accesible (LS), tiee llantas de chapa de 16”.

Aceptable puertas adentro No es de las más “tecno” ni lujosas adentro, pero con respecto a su versión anterior su cambio fue total. El tablero se actualizó y sumó una computadora de abordo más completa, que en el caso de las versiones LTZ y High Country dispone del práctico control de presión de los neumáticos. La infaltable pantalla multimedia está presente desde la versión LT (cuenta con sistema MyLink, Bluetooth, USB, Aux y Mirror Screen), aunque hay que escalar a las más equipadas para acceder a una más grande (8 pulgadas en lugar de 7) y disponer de sistema de navegación y la cámara de retroceso. La calidad de sus plásticos (todos rígidos) está en la media de la que ofrecen sus rivales. Lo mejor de la S-10 en este aspecto es su gran habitabilidad y el espacio atrás para que tres adultos pueden viajar con comodidad.

200 motivos para comprarla El mejor fundamento de compra de esta pick ups es sin duda su motor. El motor sigue siendo el mismo que la edición anterior, es decir el turbo diésel 2.8 litros de 440 Nm de 200 CV. Al ser su única motorización, la S-10 es la única pick up del mercado que ofrece 200 CV de serie (la otra con 200 CV es la Ranger, pero su versión de entrada de gama tiene el 2.2 TDCI de 125 CV) e incluso, la única cabina con semejante caballaje. A pesar de ser el mismo motor que su anterior generación, en esta edición está mucho más callado y aislado de la cabina. La pasta que tiene para los sobrepasos en ruta es contundente. Se puede asociar a una caja manual o automática, ambas de 6 marchas.

Mejoras para darle el “si quiero” En la práctica, hay aspectos que fueron retocados y que merecen la pena destacar. Lo de su motor más silencioso es uno de los más notables, y ya lo dijimos, pero otro que salta al instante apenas uno empieza a interactuar, es su dirección eléctrica más suave. El otro aspecto que fue retocado fue todo sus sistema de suspensión. El mismo se trabajó para volverlo más firme y ello podía atentar contra el andar suave que siempre elogiamos de esta “chata”. Pero lo cierto es que pese a que se recalibraron los resortes y elásticos y se instalaron barras estabilizadoras más rígidas, su andar sigue siendo suave.

Se olvidaron de… No podemos referirnos a ellos como puntos a mejorar, debido a que justamente esta nueva generación era la gran oportunidad de remendarlos y ello no sucedió. Es por ello, que preferirnos referirnos a puntos que se olvidaron de contemplar:

  •  El más grave de todos es la falta de más opcionales de airbags en las versiones más equipadas. Por ejemplo, la Hilux cuenta con una dotación de siete, al igual que la Ranger. Mientras que la Amarok ofrece para toda la gama cuatro. En este caso, la única dotación de airbags es solo de dos.
  • Sigue sin ofrecer su volante sin regulación en profundidad, sino sólo en altura.
  • No tiene quinto apoyacabezas

El detalle Al igual que en el Cruze, las versiones LTZ 4×4 con caja automática disponen de encendido remoto del motor a través del llavero. Además, desde ahora, suma OnStar, el sistema de atención telefónica que la marca lanzó con el Cruze en la Argentina, aunque lleva 20 años en Estados Unidos.

Precio: Parte en los $513.600 (LS 4×2) hasta $759.000 (High Country Automática).

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