Porsche 911: así es la octava generación

Se presentó en Los Ángeles. Cambió sutilmente el diseño, pero sumó tecnología y más deportividad. Un clásico siempre vigente

Fue uno de los estrenos más esperados es en Salón de los Ángeles, donde muchas automotrices se dan cita antes de cerrar el año y como previa del NAIAS, el tradicional salón de Detroit. Hasta allí llegó la emblemática Porsche para presentar nada menos que la octava generación del 911, un deportivo que no pierde vigencia. En este escenario, la marca reveló el modelo que a simple vista no tiene grandes cambios, pero que siempre llama la atención. El nuevo 911 es a la vez moderno y atemporal, con un aspecto mucho más musculoso. Los pasos de rueda son más anchos para alojar llantas de 20 pulgadas delante y de 21 detrás. En el frontal, la carrocería es 45 milímetros más ancha. Entre los nuevos faros de LED destaca el diseño del capó, con un rebaje pronunciado que recuerda a las primeras generaciones del 911. La trasera está dominada en todas las variantes por un spoiler ajustable, bastante más ancho, y por la tira continua de luces. Además de las piezas del frontal y la trasera, ahora todo en el exterior está hecho de aluminio. El interior es completamente nuevo y se caracteriza por las líneas rectas y bien definidas del tablero, con los instrumentos integrados en él. La inspiración viene de los 911 de los años 70. Junto al cuentarrevoluciones central, típico de Porsche, hay dos pantallas sin marco que proporcionan información al conductor. La pantalla central del PCM tiene 10,9 pulgadas y se puede manejar de forma rápida. Por debajo se sitúa un compacto grupo de interruptores con cinco botones para el acceso directo a las funciones importantes del vehículo. En términos de digitalización, el 911 da el siguiente paso hacia el futuro con una conectividad permanente, así como con nuevas funciones y servicios. Entre los elementos de serie del PCM se incluye la navegación online basada en datos de inteligencia artificial en enjambre y el Porsche Connect Plus. En motorización, la evolución que ha experimentado la siguiente generación de motores bóxer turboalimentados hace que sean ahora más potentes. El motor bóxer turbo de seis cilindros de los 911 Carrera S y 911 Carrera 4S ahora tiene 450 caballos de potencia (331 kW). Eso supone un aumento de 30 caballos (22 kW) en comparación con el modelo anterior. Ambas versiones del 911 bajan de los cuatro segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h: el Coupé de tracción trasera necesita 3,7 segundos y el 911 Carrera 4S con tracción integral sólo 3,6 segundos. Estas cifras hacen 0,4 segundos más rápidos a los dos coches con respecto a sus antecesores. Y esa ventaja todavía se incrementa en otros 0,2 segundos más con el paquete opcional Sport Chrono. Las velocidades máximas son ahora de 308 km/h (911 Carrera S) y de 306 km/h para la variante de cuatro ruedas motrices. El consumo de combustible (valores NEDC correlados) del 911 Carrera S es de 8,9 l/100 km, mientras que en el 911 Carrera 4S la cifra queda en 9,0 l/100 km. Más seguridad y confort Como primicia mundial, Porsche ha desarrollado un modo Wet que es parte del equipamiento de serie. Esta función detecta el agua del asfalto, adapta los sistemas de control a esas condiciones y alerta al conductor, que puede poner a punto el vehículo haciendo énfasis en la seguridad con sólo pulsar un botón o utilizando el selector de modos del volante (si lleva el paquete Sport Chrono). El sistema de aviso y asistencia de frenado, que también es de serie, detecta el riesgo de colisión con objetos en movimiento e inicia una frenada de emergencia si es necesario. El Asistente de Visión Nocturna con cámara de imagen térmica es una opción que está disponible por primera vez en el 911. El control de crucero adaptativo, también opcional, incluye el control de distancia automático, la función de parada y arranque, la protección para ocupantes y una innovadora función autónoma de Asistente de Emergencia.

Motriz (C) 2013