Elegir un vehículo del segmento pesado no es tarea sencilla. Hay que conocer bien el modelo, para qué trabajo sirve y cómo es el servicio de postventa, ya que no se lo puede parar por falta de atención. Hino, que comercializa los camiones livianos de Toyota, revela cuatro pasos para tener en cuenta.

La adquisición de un camión es, sin duda, una
gran inversión, ya que no se trata de un bien que podés cambiar si te arrepentiste. Ya sea el primero y único o un vehículo más para la flota, hay que saber elegir. Aquí, los más
sabios consejos para tomar la mejor decisión
La elección de un camión implica todo un
trabajo de búsqueda de datos, análisis de las necesidades, investigación del servicio postventa y hasta la prueba de la unidad. Paso a paso, los especialistas de HINO -la compañía japonesa que comercializa en la Argentina los camiones livianos del Grupo Toyota-, indican qué tener en cuenta en cada etapa para no dar pasos en falso:
1. Buscar un vehículo que resuelva nuestras necesidades
En algunos casos una solución estándar será adecuada, que se personaliza con el desarrollo de la carrocería. En otros, el camión mismo implica una configuración particular por las condiciones de uso a las que será sometido. Por eso, entender claramente las características de uso, cargas a transportar o bien la carrocería a instalar son factores determinantes al momento de comprar un camión.
2. Conocer el servicio de Postventa
De nada sirve contar con el mejor camión disponible en el mercado si no cuenta con una solución de servicio acorde a dicha calidad. Desde la capilaridad de servicio hasta la disponibilidad de repuestos básicos, son importantes al momento de decidir una compra. También suma a la experiencia de compra contar con una explicación de uso al momento de la entrega, capacitaciones de manejo, recomendaciones de mantenimiento y el asesoramiento en la instalación de la carrocería.
3. Averiguar sobre la propuesta financiera
Las condiciones de compra son fundamentales en una decisión como esta, y contar con asesoramiento y ayuda en el proceso de financiación puede ser clave a la hora de tomar la decisión.
4. Probar el camión
Con el uso del camión puede verificarse -o no- todo lo que el producto promete cumplir. Por eso, hay que estar atentos a:
- La operatividad, entendiendo que el uso diario implica considerar el radio de giro complementado por la funcionalidad de la dirección asistida.
- La ergonomía de manejo, que asegure la posición de manejo más adecuada para mi contextura o mi modo de uso. Es importante, contemplarlo ya que la vida diaria de un transportista puede llegar a implicar 10 horas al volante. Estar incómodo sería terrible.
- La configuración del motor, la caja de velocidades y el diferencial, ya que los elementos que conforman la cadena cinemática influyen por ejemplo en la facilidad de arrancar con el camión totalmente cargado y contar con un motor elástico que salga de ese punto hasta los niveles de consumo de cada aplicación, que representa tanto en el costo del día a día.
- Los elementos de seguridad disponibles -pasiva y activa-, que protegen al chofer responsable de la carga.
- Los costos de mantenimiento, que permiten calcular por anticipado cuánto vamos a gastar para que ese camión nunca se detenga.
La decisión de compra debe darse por una suma de factores que asegure estar eligiendo el mejor vehículo para satisfacer nuestras necesidades.