Los asistentes de manejo que marcan un antes y un después frente al volante

Contar con sistemas que ayudan a la conducción se hizo común en algunos vehículos, desde la cámara de estacionamiento hasta los controles que evitan el desvío de un carril a otro. Un camino de ida para quienes empiezan a entenderlos y usarlos

La seguridad se convirtió en un eslabón fundamental para las automotrices, y al mismo tiempo, muchos consumidores empezaron a entender y reclamar por sistemas que hagan más seguro y al mismo tiempo más confortable su viaje. Si bien muchos de estos asistentes son exclusivos de autos premium o de las versiones de alta gama, son cada vez más las propuestas en segmento intermedios y en marcas masivas que los ofrecen y se calcula que los sistemas actuales podrían reducir a la mitad los accidentes. Hay muchos controles que logran este cometido y que se fueron “popularizando”. En el caso de Ford, desde el Focus ya se encuentran muchos asistentes y muy útiles; lo mismo sucede con algunos de los últimos lanzamientos de Peugeot, como es el caso del 3008, que hace el manejo casi automático. Algunos de esos sistemas son: – Front Assist: Es una frenada automática que evita choques: El 30% de los accidentes se produce por colisiones traseras. Para prevenir este tipo de situaciones, se activa el Front Assist, que controla la distancia del auto respecto a los otros vehículos o las personas que puedan cruzarse por delante. Cuando el conductor no reacciona ante un riesgo inminente de colisión con el coche que nos precede o con un peatón, el sistema primero le avisa y luego frena automáticamente si fuera necesario. – Traffic Jam Assist: Es para usar durante el congestionamientos de tráfico. Frenar, acelerar, volver a frenar es común en las grandes ciudades. Para ello, el Traffic Jam Assist asume las maniobras para que el conductor esté más cómodo y el auto solo puede cambiar de marchas automáticamente, regulando la velocidad y manteniendo la correcta distancia de seguridad en cada situación. – Lane Assist: Mantenerse en el carril puede ser más sencillo con una leve corrección automática del volante. Con una cámara frontal que reconoce las líneas, el Lane Assist avisa cuando estamos a punto de desviarnos, tanto si circulamos a baja como a alta velocidad. También puede corregir automáticamente la trayectoria y evita situaciones de peligro ante posibles distracciones del conductor. – Traffic Sign Recognition Assis: Es un vigilante de señales que está sincronizado con la cámara delantera del vehículo para detectar los límites de velocidad, la prohibición de adelantar o incluso una señal de presencia de obras. Funciona como un copiloto, avisando con anticipación. La información se muestra en el cuadro de instrumentos y se puede configurar un aviso acústico por exceso de velocidad. – Blind Spot Detection: Pone fin a los ángulos muertos. Para que el conductor no tema a los cambios de carril, una señal visual situada en el retrovisor, avisa cuando se acerca algún vehículo en el campo de visión hasta ahora invisible. El Blind Spot Detection funciona gracias a dos radares que están pendientes del tráfico trasero y garantiza una conducción más segura. -Adaptive Cruise Control: Es útil para un viaje más cómodo. El Adaptive Cruise Control permite fijar una velocidad de crucero constante y se encargará de acelerar y desacelerar en función del tráfico o frenará automáticamente, si es necesario, sin intervención del conductor. Es especialmente útil activarlo en viajes de largo recorrido, con tráfico denso o fluido. Con el paso de los kilómetros, se agradece no tener que mantener pisado el pedal. -Park Assist: Estacionar sin tocar el volante. Con la ayuda de unas cámaras que ofrecen una visión de 360º, el Park Assist maniobra por nosotros. Es capaz de calcular las distancias para prevenir cualquier colisión e, incluso, tomar el control del volante. – Fatigue Detection System: Es el detector de fatiga. Las informaciones necesarias para que éste detector funcione provienen de un sensor en el volante que es parte del sistema de control de estabilidad ESP. Lo que hace es interpretar los movimientos del volante y recomendar al conductor que se tome un pequeño descanso si detecta anomalías en su conducción, ya que la analiza desde el momento en que éste inicia la marcha. Este patrón  es analizado junto a otras maniobras y factores, como la duración del trayecto o la hora del día, y se calcula un índice de fatiga. En ese momento, en la computadora de a bordo aparece una señal que ilustra una taza de café y una frase que sugiere al conductor tomarse un descanso para renovar energías y seguir con el viaje.    

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