Si bien pertenecen a diferentes segmentos, son las únicas variantes deportivas disponibles para los que buscan diversión al pisar el acelerador. Motriz los enfrentó y te cuenta los dotes de cada uno de ellos.

Las variantes con temperamento deportivo de modelos citadinos, es una categoría que siempre tuvo auge y que se remonta a varios años atrás. Marcas como Volkswagen, Peugeot y Renault, son las generalistas que se atrevieron a contar en sus portfolios con modelos de carácter rabioso. Hoy, a la espera que la marca del león vuelva a ingresar la variante GTi del 208 (discontinuada en la actualidad) o que presente como novedad al 308 GTi -se viene exhibiendo en varios salones del automóvil- los únicos dos candidatos que hacen honor a las siglas GT, son el Golf GTi y el Fluence GT.

Por trayectoria no hay dudas que el Golf GTi es el que mayor expertis y adeptos tiene, no solo en la Argentina, sino en el mundo. Para encontrar su primera edición, hay que su remontarse al año 1976 cuando salió con 110 CV. Cuarenta años después, hoy estamos en presencia de su última evolución, la cual se gesta sobre la séptima edición de este hatchback.

En el caso del Fluence GT2, sus raíces se encuentran mucho más cerca. Se podría decir que su primer eslabón fue el Fluence Sport (2012), una versión que poco y nada se diferenciaba de un Fluence convencional y que rápidamente (cuatro meses después), fue reemplazada por el Fluence GT, el cual si se acercó desde su estética a un modelo deportivo. Lo que si conservó del fugaz Fluence Sport, fue el motor TCE 2.0 litros naftero con 16 válvulas, turbocompresor y 180 caballos de potencia. Ahora, este GT2, redobló la apuesta en cuanto a estética agresiva y le sumó 10 caballitos más potencia (190 CV) a su motor 2.0 turbo.

No hay que ser muy entendido para percatarse que este Golf es diferente al resto de sus hermanos. Si bien su diseño no descolla deportividad, tiene soluciones como: sus impresionantes llantas de 18 pulgadas, o su doble salida de escape, lo que ya lo hace diferente. Después,detalles como ese ribete rojo en su parrilla, sus faros antinieblas cubiertos por esa especie de branquea que se extiende hacia su paragolpes delantero, faldones laterales y por supuesto: las siglas GTi, al frente, en sus laterales y su portón trasero, por si algún descuidado no se percató que se trata de una edición deportiva.

El Fluence GT2, tampoco pasa desapercibido. Es destacable que pese a ser un sedán que se forja sobre uno de los tri cuerpo más formales del mercado, se la ingenió para adoptar una estética deportiva. El recurso de las llantas deportivas, en este caso de 17 pulgadas, con neumáticos de perfil bajo está presente. También dispone de de faldones laterales y en el frente se diferencia del resto de la manda de los nuevo Fluence, por su spoiler en la parte baja del paragolpes y deflectores de aire en ambos lados. De atrás, si bien no recurre a una doble salida de escape, como el Golf GTi, dispone de una suerte de difusor de aire oscuro, ópticas con luces de LEDs y un sutil alerón sobre el baúl.

El Golf GTi, es dueño de uno de los mejores interiores de hatchback, en la actualidad. En él se combina de manera magnifica lo confortable con lo deportivo. Es decir, se accede a una consola central dominada por una pantalla táctil de 5,8″, desde la que se gestiona el audio de altísima fidelidad, a la navegación y abajo de este se puede operar el climatizador automático digital bizona (Climatronic). Como también así, se puede interactuar con un completo tablero con relojes analógicos bien grandes, palpar su volante forrado en cuero con costuras rojas y regocijarse en sus butacas deportivas que sujetan en los laterales de manera que uno siente que está realmente a bordo de un deportivo.

Apenas se toma posición en el Fluence GT2, encuentra una postura de manejo diferente. Gran responsable de ello es su butaca deportiva que sujeta realmente bien el cuerpo en los laterales. Más en detenimiento, después aparecen detalles como la costura roja en los asientos de cuero y la inscripción bordada GT,en los mismos. Al bajar la vista, aparece la pedalera de aluminio. Pero después, el parentesco con el Fluence convencional, es mucho. Demasiado para nuestro gusto, considerando que está homologado por Renault Sport.

Así, por ejemplo, se reitera el particular tablero que se caracteriza por ese imponente velocímetro digital al medio y el cuenta vueltas a la izquierda. Después, aparece la misma disposición y comandos del climatizador automático bizona. Cuando ya esperábamos no encontrarnos con nada nuevo, interactuamos con el menú de su pantalla táctil y encontramos algo que nos tapó la boca: un ícono dentro de su sistema R Link, llamado RS Monitor que convierte la pantalla en una verdadera usina que arroja datos en directo y gráficos, tal como si se tratase de un auto de carrera.

Hablamos de aceleración lateral, entrega de potencia y par motor, presión del turbo, entre otros muchos datos más. Para que uno se distraiga observándolos al manejar, se pueden almacenar en un pen drive para luego verlos en la notebook en casa. Otro chiche de este sistema es el sistema R Sound, que reproduce por los parlantes del equipo del audio, el bramar de diferentes motores. Así, uno puede girar con el ronroneo de una moto pistera o del Renault Clio Cup, entre otras opciones.

Motorización El Volkswagen Golf convencional se ofrece con dos motorizaciones, siendo la más “power” de ella el motor 1.4 TSI de 150 CV. Una potencia nada desdeñable y que seguramente tiene más que satisfecho a sus propietarios. Ahora, imaginemos el mismo auto con 220 CV. Pues, bien, esto es lo que justamente propone esta variante GTi, con su increíble motor 2.0 TSI con turbo e inyección directa. El mismo, se acopla con una caja automática de doble embrague DSG y seis marchas, con levas al volante. No tiene opción de caja manual, cosa que a muchos “fierreros”, no les cierra.

Si de motores se trata, hay que decir que el Fluence más potente de calle es aquel con motor 2.0 de 143 CV. Una potencia que es más que correcta para un auto de este tipo. Pero eso opinábamos antes de probar este GT2. Es que, con sus 190 CV de su motor 2.0 con turbo compresor, no cabe duda alguna que es el motor ideal para mover a este corpulento sedán. Se asocia a una caja manual de 6 marchas que le sienta muy bien a esta motorización. Y si bien los “fierreros”, amantes de este tipo de transmisiones, no podrían recriminar nada, si lo pueden hacer en cambio quienes ya vienen acostumbrados a interactuar con la caja CVT de las versiones más equipadas del Fluence, ya que en esta versión la misma no se ofrece.

¿Como van en la ruta? La diferencia de potencia a favor del Golf GTi, hace ilógico de entrada, que uno forme un veredicto para determinar, cual de los dos es mejor deportivo. Pero ello, no implica que podamos emitir juicios sobre sus comportamientos, sin olvidarnos que uno tiene 220 CV (Golf Gti) y el otro 190 CV (Fluence GT2).

Para ahorrar entonces la lectura podemos decir que mientras el Golf GTi llega de 0 a 100 km/h en casi 7 segundos, el Fluence GT2, lo hace en 8 segundos. Si de velocidad final se trata, el hatchback alemán llega hasta los 224 km/h, mientras que el modelo que se fabrica en la planta cordobesa de Renault alcanza los 222 km/h. Estos dos últimos datos, informados por ambas fábricas.

Develado estos datos, cabe destacar el hermoso ronroneo que emite el Golf cuando se lo pisa. Sinceramente, incita a llevarlo a velocidad. Lo mismo que su excelente esquema de suspension trasero, responsable de que uno pueda doblar exigido sin poner en juego la trayectoria del auto. El Fluence GT2 no se queda atrás. Se trata de un auto que realmente responde cuando se pisa su acelerador. Es notable el trabajo que se hizo para que sus suspensiones sean un poco más rígidas. Esto se nota, sobre todo, cuando se toman curvas en velocidad, ya que el auto no tiende irse tanto de trompa, pese a su gran tamaño.

¿Cómo van en ciudad? En ninguno de los casos podemos olvidarnos que el uso mayoritario que se le dará, es en la ciudad. En este contexto el Golf GTi, ofrece un confort de marcha impecable y un nivel de ruido cero. Salvo en calles muy castigadas, en donde sus neumáticos de perfil bajo transmiten sequedades y algún que otro ruido, pero nada grave. Sus consumos son realmente buenos: En ciudad ronda los 10 l/100 km y en ruta, a 120 km/h, dos litros menos.

En el caso del Fluence GT2, su comportamiento es idéntico al de cualquier Fluence: Es muy confortable, su motor prácticamente no emite ruido y si bien tiene neumáticos de perfil bajo, no atenta contra su confort. Los consumos por ciudad rondan los 12 litros cada 100 km/h y en ruta, siempre que no se superen los 130 km/h, oscila entre los 7 y 8 litros para recorrer 100 km.

¿Para quién es el Fluence GT2? Es ideal para aquel padre de familia que le entusiasma el hecho de tener pimienta debajo del acelerador, pero que sabe que de lunes a viernes tiene que llevar los chicos al “cole” o que precisa de un buen lugar en el baúl para cargar todos los bártulos que implica tener que salir un finde de paseo con la familia. Se ubica en la cúspide de los Fluence en cuanto valor a $406.800, es decir $23.500 más que el Fluence 2.0 Privilége ($383.300). De modo, que no queda como un versión inalcanzable y seguramente tienta a más de uno de pegar el salto, por más que no sea tan amante de la velocidad.

¿Para quien es el Golf GTi? Si bien todos pueden caer seducidos ante su imponente estética, solo quienes entienden de lo que se trata esta versión mítica, serán sus dueños. Es que solo los amante de la velocidad, pero por sobre todo del modelo en sí (el VW Golf en sí cuenta con muchos adeptos), pueden pagar los $610.000 que cuesta este modelo. Estamos seguro que lo valen, lo que no quita que es un costo demasiado alto y que lo ubica entonces como un auto para unos pocos.

Ficha Técnica

Modelo: VW Golf GTi DSG Fabricado en: México Motor: naftero 2.0 TSI con turbo e inyección directa de 220 CV Caja: Automática DSG secuencial con levas al volante de 6 marchas Medidas: largo 4.349 mm; ancho 1,452 mm; alto 1,820 mm Distancia entre ejes: 2.637 mm Capacidad de baúl: 380 litros Precio: Desde $610.000 hasta $633.700 con cuero (vigentes al 25 de febrero de 2016)

Ficha técnica

Modelo: Renault Fluence GT2. Fabricado en: Argentina (Córdoba). Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros. Motor: naftero 2.0 lt. de 190 CV con turbo compresor. Caja: manual de 6 velocidades. Medidas/ Largo: 4.620 mm. Ancho: 1.810 mm. Alto: 1.480 mm. Distancia entre ejes: 2.700 mm. Capacidad del baúl: 530 litros. Precios: $406.800 (vigente al 25 de febrero de 2016)

La arena fue escenario por excelencia durante la antigua Roma donde los gladiadores se enfrentaban hasta que solo uno de ellos quedaba en pie. Motriz, aprovechó los médanos de la Costa Atlántica para enfrentar a dos luchadoras: Toyota Hilux y Nissan NP300 Frontier.

La Costa Argentina, como todos los veranos, está siendo el escenario donde las terminales exhiben sus novedades más recientes, e incluso aquellas que están por venir. En el caso de Nissan, además de tener un importante stand en Cariló, fue el lugar elegido donde realizó el lanzamiento de su pick up NP300 Frontier a mediados de enero. Motriz participó de ese acontecimiento que contó con un exigente test entre medios de bosques y médanos, donde realmente se pudo ver en su esplendor las aptitudes off road de esta desafiante Nissan. El lanzamiento de la nueva generación de Toyota en Mendoza, también contó con exigentes circuitos, pero ninguno de ellos sobre la arena. Aprovechando del préstamo de Frontier durante una semana, decidimos juntarla con una la nueva Hilux en su versión SRX, la tope de gama. Aquí, un nuevo VS de dos rivales de peso. La estética por fuera La cuestión de la estética en una “chata” empezó a tomar preponderancia cuando apareció en el 2005 la séptima generación de Hilux. Hoy, su renovación, es del calibre de aquel entonces. Esto, se percibe en la trompa de esta versión y en la SRV (las más equipadas) en donde además del nuevo paragolpes delantero y la parrilla cromada, adopta unas ópticas más estilizadas con faros con proyector y luces LEDs que le hacen una suerte de ceño fruncido, lo que le da una mirada agresiva. De perfil sobresalen sus pasa ruedas más robustos, sus llantas de 18”. En tanto que de atrás, también estrena ópticas (más envolventes). La pick up de Nissan sorprendió para bien con esta evolución en su imagen. Muchos la consideran como la más agresiva de todas, con esa imponente parrilla cromada en V, las ópticas delanteras con luces Leds en forma de boomerang y luces diurnas, también con Leds. También sobresalen sus enormes llantas de 18”. Si bien el aspecto estético es totalmente subjetivo, la NP 300 aventaja a la Hilux en este aspecto, en el sentido que todos sus implementos (cromados, antinieblas, llantas de 18”, luces LEDs, entre los más destacables), se conservarán en todas las versiones. En el caso de Hilux, su estética se va empobreciendo en versiones más accesibles, como por ejemplo en las versiones SR la cual utiliza luces frontales halógenas y llantas más pequeñas (17”). El interior El interior sobrio de la Hilux, fue motivo para que muchos se dejaran tentar por VW Amarok o la Chevrolet S-10. Pero Toyota dio una vuelta de timón importante y presenta un interior mucho más moderno. Quizás lo más vistoso y que viene en todas las versiones, es su enorme pantalla táctil de 7”, la cual se asemeja mucho a una tablet. Además del DVD y MP3, en las versiones SRX y SRV se suma el GPS y TV digital. Su volante multi función es similar al de un sedán de lujo. Permite comandar el control de audio, el teléfono ,y si se quisiera también se puede comandar dichas funciones por la voz. La calidad de todos los materiales fue mejorada, lo mismo que su tablero, el cual estrena un diseño mucho más claro. Lo mejor de este, es su computadora de a bordo en el centro del velocímetro y el tacometro que ofrece una larguísima lista de funciones. Nos sorprendió la presencia de un cargador de 220 voltios dentro del apoyabrazos central delantero, donde se puede cargar una computadora. En todas las versiones, salvo en la de entrada de gama, se reformuló el sistema de aire acondicionado con climatizador automático digital, el cual ahora tiene salidas de aire a las plazas posteriores. En el caso de la Frontier su interior tampoco tiene nada que envidiarle a un confortable auto. Esta versión llamada LE, la tope de gama,dispone de acceso sin llave y encendido por botón (la Hilux también lo dispone), climatizador bi zona, tapizado en cuero, butaca del conductor con ajuste eléctrico, asientos delanteros calefaccionados y sistema multimedia. De este, si bien podemos obviar su tamaño acotado (de 5 pulgadas), no se le puede perdonar la ausencia del GPS. Como tampoco podemos obviar que su volante multi función no ofrezca ajuste en profundidad. Todos los plásticos en su interior son duros, pero de muy buena calidad. El diseño de su tablero nos gustó mucho y cuenta , al igual que Hilux, de una computadora de abordo entre el velocímetro y el tacómetro. La caja de la NP 300 mide: 1.503 mm de largo, 1.560 mm de ancho y 447 mm de profundidad, con una capacidad de 995 kilos (4×2) y 900 kilos (4×4). Si bien sus medidas son muy similares, la pick Up de Nissan aventaja a la Toyota por el revestimiento de plástico en todas sus versiones. Ni hablar del inédito y práctico sistema de cuatro anclajes móviles para sujetar la carga y del toma corriente de 12 voltios que dispone en dicho sector. Aplausos para Nissan en este apartado. Nuestra unidad de prueba estaba equipada con el nuevo 2.8 turbo diésel de 177 CV (se ofrece también otro diésel 2.4 de 150 CV). Su ronroneo se escucha mucho menos que en la anterior generación. En tramos de ciudad, se pueden recorrer 100 km consumiendo un promedio de 10 y 11 litros. Por autopista a 130 km/h, con el motor realmente relajado, el consumo oscila entre los 7,5 y 8 litros cada 100 km. Su función ECO, va indicando en el tablero los regímenes para que se consuma menos. Su costado más salvaje, lo fuimos a buscar en los medanos. Activado su modo Power y con el acelerador más sensible, superamos con creces: trepadas, profundas huellas y salimos airosos de las zonas donde la arena estaba demasiada suelta. Pero siempre con la sensación que no le sobraba nada. Es que se trata de un motor mucho más civilizado que el anterior, que prioriza el menor consumo y que ahora prácticamente no se escucha. Esta sensación de falta de “pimienta” en los médanos de la nueva Hilux, la pudimos notar con claridad cuando tomábamos inmediatamente el volante de la Frontier. Su motor doble turbo de 2.3 litros de 190 CV, se nota mucho más vigoroso y esto lo transmite con su sonido y su mayor reacción. En este caso, nunca tuvimos la sensación de que la camioneta se iba a quedar: La Nissan, hace notar sus 190 CV. Por ciudad, su desempeño es brillante y su computadora nos arrojó un consumo que promediaba los 11 litros cada 100 km, en tanto que en tramos de ruta rondaba los 9 litros cada 100 km a 120 km/h. A 130 km/h, el motor viaja en 3.000 vueltas y el consumo acusaba unos 13 litros cada 100 km. ¿Como van? En el caso de la Hilux queremos hacer hincapie en el gran confort de marcha que adoptó. Con su motor silencioso, la dirección mas suave y la suspensión menos saltarina, se asemeja mucho más al andar de auto. El arsenal de soluciones tecnológicas destinadas a los terrenos complejos, se modernizaron en cuanto a los comandos para activarlos. Aquella larga palanca de cambio de las versiones manuales, se reemplazó por uno más corto. Y la pequeña selectora manual con la que se accionaba la tracción 4×4, desapareció para dar paso a un botón en la consola central. Si bien no es de las “chatas” más potentes, no deja de ser un tractorcito cumplidor. La insonorización de todo el habitáculo está muy mejorado y el espacio de la plaza traseras es más amplio para tres adultos viajen. En el caso de Nissan, en ciudad, destacamos la sensación de seguridad y una visual inmejorable a bordo de una de las pick ups, más despejadas del mercado (254mm). Estacionar, no fue inconveniente y esto responde a su cámara de retroceso (la Hilux también la ofrece) y a que es una de las más cortas (5,26 mts) del segmento. En tramos de autopista y rutas, la sensación de a bordo es similar a la de cualquier auto confortable. Con las ventanillas cerradas, no se escucha prácticamente ruido de afuera. Sorprende la reacción en cualquier tipo marcha, incluso en sexta. La gran diferencia con el resto de sus rivales, la genera su tren trasero (sistema multilink de eje rígido, con amortiguadores y espirales) ¿Los resultados? Los golpes secos, rebotes en zonas vadeadas, no se transmiten adentro.  Durante los tramos exigentes, notamos que su volante le falta un mejor grip y que su bocina es muy sensible, ya que con solo rozar el centro del volante la misma se acciona. Conclusión Nadie duda que la esta nueva generación de la Hilux es la mejor de todas. Y si uno hace la mirada hacia atrás y ve de que esta Toyota viene siendo la líder en venta hace once años consecutivos, todo hace pensar que la cosa seguirá siendo así. Desde Nissan, son conscientes de ello, y entienden que les queda un largo camino para recorrer. Pero también tienen en claro que tienen con qué enfrentarla. Y si bien el modelo ya está a la venta todas las fichas de la marca están puestos para el 2018, cuando la Frontier NP300, empiece a ser fabricada en Córdoba. Ficha técnica:

• Modelo: Toyota Hlux SRX
• Fabricado en: Argentina
• Motor: turbo diésel 2.8 de 177 CV
• Caja: manual de 6 velocidades
• Medidas: largo 5,330 mm; ancho 1,855 mm; alto 1,820 mm
• Distancia entre ejes: 3.085 mm
• Capacidad de carga 1.000 kg
• Precio: se inicia en los $ 330.800 (Cabina Simple DX 2.4 manual); hasta los $630.000 (Cabina doble SRX 2.8 automática)

Ficha Técnica

• Modelo: Nissan NP300 LE
• Fabricado en: México (en el 2018 se fabricará en Córdoba)
• Motor: turbo diésel 2.3 de 190 CV
• Caja: manual de 6 velocidades
• Medidas: largo 5,260 mm; ancho 1,859 mm; alto 1,860 mm
• Distancia entre ejes: 3.150 mm
• Capacidad de carga: 995 kg
• Precio: Desde $549.478 (LE 4×2 MT) hasta $692.366 (LE 4×4 AT)