Prueba de manejo: nueva camioneta Chevrolet S-10 Z71

La última incorporación de la familia de la camioneta brasilera es la variante Z71, la más deportiva. Te contamos sus diferenciales

Las camionetas se renuevan permanentemente y una estrategia que se transformó en tendencia, es la incorporación de versiones que, a través de tratamientos estéticos y accesorios, buscan enaltecer un perfil más deportivo.

La camioneta mediana de Chevrolet se sumó a esta tendencia y lanzó una versión que se apellida Z71; siglas que en el mundo de la marca está fuertemente emparentada con la deportividad.

La S-10 Z71 está basada en la S-10 LT, es decir que no trae el equipamiento “full” de la LTZ o la High Country. Su principal bastión es la suma de accesorios y soluciones estéticas que le dan un toque más deportivo y moderno. De este modo, cuenta con la parrilla oscura, lo mismo que sus llantas.

Los faros delanteros y traseros se caracterizan por tener una máscara negra, a tono con los plásticos protectores, los estribos y la barra de la caja.

El emblema Z71 aparece en varios sectores, por lo que se la identifica fácilmente y sobresale de sus “hermanas” más sobrias.

La camioneta Chevrolet por dentro

Como se dijo anteriormente, la Z71 no tiene el mayor nivel de equipamiento de la gama, de modo que tiene ausencias que se notan sobre todo en el interior.

Así, por ejemplo, los asientos no cuentan con ajuste eléctrico, el tablero es uno de los más rudimentarios del segmento, mientras que la pantalla multimedia quedó como una de las más pequeñas (mide siete pulgadas) y básicas del segmento.

Tampoco cuenta con climatizador y entre las funciones que arroja su display en el tablero, no ofrece el monitoreo de los neumáticos. La solución más “tecno” que caracteriza a los modelos Chevrolet, como lo es el sistema OnStar (el botón azul por medio del cual se pone uno en contacto con un asistente y solicitar ayuda en casos de emergencia, hasta asistencia para llegar a un lugar), tampoco es de la partida en esta versión.

La S10 Z71 con el mismo motor

El motor de la nueva camioneta sigue siendo el mismo, y pese a que la leyenda Z71 podría insinuar que se tratase de una variante con un plus de potencia, ello no sucede.

De todos modos, hay que recordar que el Duramax 2.8 turbo diésel cuenta con 200 CV y si bien ya hay rivales con mayor potencia (VW Amarok V6 con 258 CV o la ) sigue siendo un gran motor, que combinado con la caja automática de seis marchas, es uno de los más despiertos y fieles al momento de exigirlo.

Camioneta en marcha

La S10 siempre se destacó por ser una de las pick-up con la puesta a punto de suspensión más blanda y confortable entre todas las medianas. No tiene el confort de marcha de una Volkswagen Amarok en ciudad, pero su performance está entre las mejores.

Posee una reacción destacable en las aceleraciones y se destaca en los sobrepasos, donde se precisa del poderío del motor para ganar velocidad. Es cierto que se podría haber trabajado para que el motor entregue unos caballos más en esta versión, si se tiene en cuenta su perfil más deportivo.

Si la idea es salir del pavimento y encarar por otros tipos de terrenos, la transmisión 4×4 la (alta y baja) con reductora, es una garantía para no quedarse atascado bajo ninguna circunstancia.

Uno de los diferenciales de esta S-10 Z71 son sus neumáticos All-Terrain, pensados justamente para las superficies más ásperas. No colabora en este sentido la invasión del Control de Estabilidad, pues pese a que se lo desconecta, el mismo no llega ausentarse del todo e interviene y se activaba, al sentir que las ruedas patinaban.

Otro limitante a la hora de meterse por caminos escarbados son los estribos, los cuales le quitan considerablemente despeje en la zona baja y termina rozando con todo. Más allá de ello, no hay otros aspectos para recriminarle a la pick up del moño dorado, la cual busca mantenerse vigente entre la gran variedad de modelos y versiones dentro del segmento.

Ficha Técnica

  • Modelo: Chevrolet S-10 Z71
  • Origen: Brasil
  • Motor: turbodiésel de 2.8 litros de 200 CV y 420 Nm
  • Transmisión: Automática de 6 velocidades
  • Medidas: largo 5.366 mm, ancho 1.874 mm, alto entre 1.791 y 1.804 mm
  • Distancia entre ejes: 3.096 mm
  • Capacidad de carga: 1.000 kilos
  • Capacidad de arrastre: 3.500 kilos
  • Precio: $ 9.890.900

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Nissan Frontier Pro4X: prueba de manejo

La versión más extrema de la nueva Nissan Frontier, la PRO4X, fue puesta a prueba durante una semana. Te contamos cómo anda, en qué se diferencia del resto de la gama y cuánto sale

La nueva Nissan Frontier llegó a los concesionarios en mayo pasado, tras una gran renovación que llevó adelante la marca en la planta de Córdoba, donde se fabrica.

El lanzamiento oficial había sido a fines de abril en la provincia de Misiones, donde la probamos por unas horas en caminos rojizos, pero finalmente llegó el turno de conocerla a fondo y para esto elegimos las sierras cordobesas.

La versión para esta ocasión fue la Nissan Frontier Pro4X, la más completa y nueva de la gama, una incorporación para competir con las camionetas más extremas que tienen sus rivales, muchos de ellos diferenciados por una motorización más potente, cosa que no se cumple en este caso.

En la nueva Pro4x, los detalles que la diferencian se encuentran especialmente en el diseño, aunque también la probamos en variados caminos y tiene algunas ayudas a la conducción que la hacen más “off road”. Estas son las impresiones.

Nuevo diseño para Nissan Frontier

La renovación estética de la nueva Frontier es realmente importante. Ha logrado separarse del parecido estético con la Renault Alaskan (ambas se producen en la planta de Santa Isabel, en nuestra provincia) y es una de las más modernas y agresivas.

En dimensiones, mide de largo 5.260 mm; de ancho 1.850 mm; y de alto 1.860 mm. La distancia entre ejes es de 3.150 mm, y la capacidad de carga va entre 1.044 y 1.098 kilos (según versión).

Su nueva trompa, con una parrilla voluptuosa (mejora la refrigeración del motor) y las ópticas con cuatro módulos de luces led le otorgaron una expresión más robusta.

La variante que probamos forma parte, junto a la Platinum, de las nuevas versiones que se ofrecen desde 2022. En este caso, su sello distintivo es un tratamiento que la ubica como la más apta para off-road, que son los guardabarros con contorno negro, barra tipo San Antonio en la caja, llantas negras y estribos de aluminio.

A eso se suma el hecho de que todas las Frontier modificaron y mejoraron los ángulos de ataque (ahora, con 32 grados), de salida (26 grados) y el despeje del suelo (252 milímetros).

Detalles de la Frontier por dentro

En el interior, el ambiente de la Frontier sigue siendo sobrio, aunque en esta versión los detalles en rojo sobresalen.

Lo primero que resalta es el nuevo diseño de su volante y de la mejor definición del display digital en el tablero de instrumentos, por medio del cual se puede ingresar a un sinfín de datos.

En cuanto a la versión Pro-4X se destaca por sus tapizados con un toque deportivo (no parecen de una pick-up). Se percibe una mejor calidad en general pero se reiteran algunos defectos, como la columna de dirección que no se ajusta en profundidad y el respaldo del asiento trasero demasiado recto.

Motor y tecnología

La nueva Frontier ganó presencia en imagen, pero su motor es el mismo. Mantiene el 2.3 diésel con uno o dos turbos que entrega 160 CV y 402 Nm o 190 CV y 450 Nm.

Las opciones de transmisión siguen siendo la manual de seis marchas o automática de siete velocidades. Por supuesto, mantiene también las variantes 4×2 y 4×4 (con reductora), donde la mayor novedad es el debut del bloqueo de diferencial trasero, al menos en esta variante Pro-4X 4×4.

Se sabe que la mayoría de quienes hoy compran pick-ups las utilizan sobre todo en ciudad. Aquí es donde la Frontier siempre se destacó: vale recordar que es la única del segmento con sistema de suspensión trasero tipo Multi Link y eso es sinónimo de suavidad.

A eso se sumaron nuevos amortiguadores delanteros, de modo que el confort y el andar de la Frontier son excelentes. En ruta, la camioneta se muestra estable, firme, y eso transmite mucha seguridad. En los sobrepasos, el motor se percibe sobre exigido.

¿Cómo anda la camioneta renovada?

Además de las mejoras en la suspensión, la Frontier recibió refuerzos en el chasis, y eso le otorgó más agilidad y robustez en caminos rotos y trabados.

El motor acompaña bastante, se despierta en las 1.500 vueltas y eso es garantía para salir de cualquier situación que requiera tracción y reacción.

El bloqueo del diferencial, es decir, el sistema que permite que las ruedas traseras giren solidarias cuando alguna de ellas pierde adherencia, ahora está presente sólo en esta versión y le dio más y mejores argumentos para afilar su perfil todo terreno.

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